El universo de un joven con ansiedad extrema
«Sólo quiero hacer cosas normales. Pero algo en el fondo de mi mente me lo impide». Así describe Nat Hawley su vida. Él es un joven de 23 años diagnosticado con autismo y dislexia, que además sufre de ansiedad. Los efectos de este último trastorno le impiden hacer cosas comunes y corrientes, como socializar.
Al igual que Hawley, 1 de cada 13 personas en el mundo sufren de ansiedad, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Queensland, en Australia, publicado en 2012.
¿Qué significa vivir con esta condición?
«Algo así como ir a un club con los amigos es una experiencia fácil y agradable para la mayoría de los jóvenes, pero a mí me entra el pánico”. El joven agrega a la BBC que siempre piensa en lo que puede salir mal y en cómo lo perciben las personas.
Según Hawley, no mucha gente entiende completamente la condición, y a pesar de haber aprendido formas de manejarla, dice que todavía le afecta de forma regular. «La manera en la que me enfrento a la ansiedad es planificar todo lo que me sea posible, conocer mi situación. Si sé que va a haber algún ligero cambio en mi rutina, eso podría mantenerme despierto durante noches o semanas».
Miedo a salir de la casa
El padre de Nat abandonó el hogar cuando él tenía 16 años, por lo que tuvo que cuidar de su madre, quien sufrió una crisis nerviosa.
Con sus exámenes de secundaria avecinándose, Hawley estuvo a punto de dejar la escuela para cuidar a su mamá: «Tenía miedo de salir de la casa porque tenía que cuidar de mi madre”, explica.
«Solía tener episodios graves de ansiedad cuando salía y siempre estaba preocupado por cosas como pagar las cuentas o tener suficiente comida para comer».
Nat dice que fue difícil enfrentarse solo al problema y estuvo deprimido por mucho tiempo. Finalmente, logró graduarse de la unviersidad, hecho que lo impulsó a manejar su condición.
«Siempre es una constante»
Nat contó a la BBC que ahora controla mucho mejor la ansiedad pero que la condición «siempre es una constante».
«Lo que pasa con la ansiedad es que sé que está en mi cabeza. Cuando pienso en cosas como que la gente me está juzgando o mirando, o me da miedo salir de la casa, sé que no es verdad y que no es real”.
Agrega que cuando está con sus amigos cercanos, nunca está totalmente relajado. «Cada vez que me despido de alguien, siempre me imagino que podría ser la última vez que los veo, no importa lo mucho que sé que eso es una situación poco probable», añadió.
Según un estudio, aproximadamente uno de cada diez jóvenes británicos sufre de ansiedad.