Que metras tan cuadradas ! Indígenas, afrodescendientes (zambos)!
Recientemente dos destacadas escribidoras, Carolina Jaimes Branger y Ana Black, se refirieron a dos aspectos de la propaganda política del gobierno venezolano que ilustran notoriamente sobre el camino por andar del socialismo XXI: el nuevo juego de metras (en el currículo educativo) y la nueva discriminación social (en una planilla de empleo).
En cuanto a Jaimes, evidentemente los asesores cubanos están empecinados en darse cabezazos contra la pared, no aprenden. Ya el propio camarada Fidel advirtió que el hombre nuevo es un concepto contra-natura, va contra el instinto humano de supervivencia, Darwin y Marx lo difundieron igualmente en su momento .
Se ha tratado de aplicar, de promover hasta la saciedad, y no ha sido posible. Lean la historia o pregúntenle a un obrero de Sidor de los que están en huelga o a cualquier trabajador necesitado u opulento si está dispuesto a entregar de lo suyo para ayudar al prójimo, y recibirá la seña de anda a lavarte ese paltó. Dirá como los chinos, que será después que consigan finalmente su carro, o su televisor, o su vivienda. Es la ley natural. ¿Por qué lo hacen los asesores? – porque la propaganda política vale más que mil batallas… Otra versión pantalla.
Quedaremos, junto con el pueblo cubano y norcoreano, los únicos nuevos pobres del mundo, como los que nunca aprendimos de la experiencia ajena de los movimientos socialistas contemporáneos que abandonaron tales paparruchadas. Mientras los dirigentes revolucionarios acumulan tierras y mansiones en corrupto egoísmo y enseñan a los pobres a ser generosos.
El otro trazo –reseñado por Black– es la promoción de los indígenas o los negros como entidad racial, es un esfuerzo por ganar electores dentro de la población pobre. Para empezar, vano esfuerzo porque en Venezuela quedan pocos indios, aparte de los guajiros y algunos guaraúnos, a diferencia de las poblaciones en los países andinos. Los negros puros son también escasos, especialmente en los Llanos y Andes, exceptuando las agrupaciones costeñas, cuando se concentraron para el trabajo agrícola, como aconteció en las Antillas, especialmente en Haití, donde sucedió la primera guerra social a comienzos del XIX como consecuencia de la Revolución Francesa.
De resto la mayor parte de la población venezolana ha sido y seguirá siendo mestiza, café con leche, con uno que otro blanco que no es llamado en otras latitudes siquiera blanco, sino latino o sudaca.
Para mí que los que aplican el término afrodescendiente es que han visto mucha televisión gringa, seguro que también le dicen a los caribes pirañas y tienen haciendas en Barinas con empalizadas de madera pintaditas de blanco tipo Ponderosa Texan Ranch, con un racismo y un resentimiento de origen colonial que los hace imitar las costumbres de las élites pitiyanquis, como mecanismo de ascenso social.
Mueran los blancos aunque sepan leer y escribir, dicen que repetían los saqueadores de Boves y Zamora, ¡il Fascismo è la grandeza de la nostra gioventù!
1 Véase por ejemplo nuestro “Bentham, Russell y Arendt: el reparto de la felicidad”, en El Independent y Analitica.com, dic 07