El día del arcoiris
Venezuela se enfrenta a la oportunidad de reconstruir su historia democrática. Tenemos una puerta abierta hacia el futuro si se celebran las elecciones para Gobernadores, Alcalde y Asambleístas para la fecha en que están pautadas. Las encuestas señalan que la popularidad del actual gobierno cae estrepitosamente y existe la real oportunidad de ganar casi todas las posiciones que están en juego si los demócratas actuamos unidos contra las pretensiones hegemónicas de quienes pretenden conducirnos al fracasado esquema totalitario.
En todos los niveles se reúnen mesas políticas integradas por los factores que legalmente están inscritos en el organismo electoral. Más aun, en Caracas se reúne una mesa en la cual participan los Presidentes y Secretarios Generales Nacionales de las organizaciones políticas que han logrado permanecer activos en esta hora menguada de la república. En dichos encuentros se hacen propuestas, se planifican y ejecutan acciones conducentes al logro del objetivo unitario. Se mencionan candidatos y participan sectores independientes. Todo ello en busca de la metodología para decidir quién será el mejor abanderado de esta lucha que debemos ganar para que triunfe Venezuela.
En el documento firmado por la unidad se mencionan tres estrategias para designar al abanderado de la nueva mayoría democrática. Se habla del consenso, seguido por las encuestas y culminando con las primarias.
Las encuestas siempre serán objeto de las suspicacias que origina su contratación, amén de sus altos costos si se pretende medir todo el ámbito nacional, todos los candidatos a gobernadores y a las alcaldías.
Hacer unas primarias para medir potencialidades en esos espacios geopolíticos, equivaldría a una pre elección de carácter nacional cuyas dificultades son evidentes por la cantidad de recursos humanos, financieros y técnicos intervinientes. Sería muy difícil estructurar un equipo rector que sea depositario de la confianza de todos, en tan escaso tiempo.
Proponemos un consenso que desprendido del subjetivismo humano y en clara posición de pensar en Venezuela se logre mediante una mesa lo más amplia posible en la cual participen dirigentes y pre candidatos, en todos los niveles, para decidir entre todos los mejores abanderados. Decididos estos proponemos inmediatamente designar los equipos que los acompañarán en la tarea electoral y en el ejercicio de sus funciones para rescatar a la patria en peligro.
En esta oportunidad no aplica que los partidos políticos pueden perder su legalidad si el número de votos que obtengan es inferior a un determinado porcentaje. Es decir que no está en juego la vida de los partidos, pero si la salvación de los valores democráticos.
Por ello proponemos para portar ciertamente la bandera de la unidad y del triunfo, que se tome la decisión de ir a votar por esos candidatos democráticos con una sola tarjeta que nos represente a todos tanto a los que militamos como aquellos que conservan su independencia. Una sola tarjeta que sería como el arco iris lleno de colores que anuncia que esta cesando la tormenta, una clara referencia en el tarjetón electoral que represente el sentir venezolano de renacer ante la historia.