Na´guara la locura procesal (El absurdo caso de Rodolfo Velasco K)
Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son los demás. Albert Einstein
Me paso por aquellos paisajes larenses y lleno de regocijó canto un golpe tocuyano, Golpe Tocuyano by Expresión Larense en cuya letra el solista y el coro se devuelven las culpas: ‘usted es un loco’ (acusa el cantador), ‘usted también’, riposta el coro; ‘usted es feo’, ‘usted también’; ‘usted es un ladrón’, ‘usted también’, ‘usted masca chimó’, ‘usted también’. Y así sucesivamente… como tal vez la cantaría ciertos locos de esta era nueva era revolucionaria que cometen ciertas locuras judiciales en nuestro país.
Como salida de una caja de pandora, el 18 de septiembre de 2012 el gobierno anunció la captura de “El Loco Barrera”, Daniel Barrera Barrera (http://bit.ly/1BQdNu3), hecho que contrasta con las facilidades con la que este narcotraficante se desenvolvía en Nirgua, estado Yaracuy, donde era asiduo comensal de la Panadería Panamericana, sitio desde el cual, además de atender sus múltiples asuntos, llevó a un sitial de honor al equipo de ciclismo de la entidad yaracuyana y acostumbraba a dar rienda suelta a la bondad que le caracterizó entre los lugareños por las ayudas y colaboraciones que a todos daba, incluyendo a los guardianes de la ley y el orden, quienes velaban por él con una devoción que seguramente era la envidia de Nuestra Señora de la Victoria del Prado de Talavera, la patrona de Nirgua.
Después de caer “El Loco Barrera”, 22 días más tarde, para ser exactos, en Barquisimeto cayó en desgracia Rodolfo Raschid Velasco Kassen, conocido y próspero comerciante de la zona, a causa de diferencias políticas con personeros del oficialismo, quienes vieron en la investigación orientada a identificar a los testaferros de Daniel Barrera Barrera el instrumento para demoler a un potencial contendor, que tenía en su haber la simpatía, respeto y confianza de cientos de clientes en los municipios Palavecino e Iribarren, sin menospreciar quienes desde otras municipalidades solicitaban sus servicios comerciales. El 10 de octubre de 2012 (http://bit.ly/1BJV6ui), la Guardia Nacional Bolivariana, la llamada Guardia del Pueblo, allanó e incautó sus propiedades respaldada tan sólo por una llamada anónima, irónicamente la información aportada por el delator anónimo fue del todo desacertada, pero como no se podían echar para atrás, esa falaz pesquisa fue utilizada para afirmar, no presumir, que Rodolfo Velasco estaba vinculado a “El Loco Barrera”.
Para ese momento, los adversarios oficialistas de Rodolfo se habían encargado de posicionar una matriz de opinión según la cual él legitimaba capitales de “El Loco Barrera” de la mano de “una mujer esbelta de piel morena y 1,90 de estatura… Sus abultados senos, una pequeña cintura, abdomen plano, cadera ancha, piernas definidas y voluptuoso trasero la hacían ver como un mujerón… además, podía satisfacer las necesidades sexuales de cualquier hombre” (http://bit.ly/1BJVg4Q), de nombre Liliana Estrada de Arenas, presentada en los medios de comunicación nada más y nada menos que como el “Alter ego”, “el otro yo” de “El Loco Barrera”, siendo así, entonces Rodolfo era testaferro de Daniel Barrera Barrera (http://bit.ly/14BSphu), especie noticiosa consolidada con el señalamiento público de que la había conocido por intermedio de Neif Antonio Gebrán Frangie, acaudalado empresario de la zona que también fue arrastrado por esta vorágine punitiva (http://bit.ly/1DHo7Gp).
Luce incomprensible como Rodolfo Raschid Velasco Kassen no fue arrestado el día del allanamiento e incautación de sus propiedades, pero más sorprendente es que el 16 de octubre de 2012 se presentó al Ministerio Público a solicitar que se investigara lo que en su opinión era una atrocidad cometida en su contra y de su familia tras 21 años de trabajo honesto en Barquisimeto, fue más allá, solicitó que lo investigarán a él, a cambio, autorizaron una Orden de Aprehensión en su contra ese mismo día. Resultando obvia la inexistencia de elementos de convicción que lo incriminaran, optaron por enredarlo por la vía procesal acumulando en una sola causa penal su caso con el de Neif Antonio Gebrán Frangie y Liliana Estrada de Arenas, de esa forma lo vinculaban de hecho con “El Loco Barrera” para mandarlo al patíbulo.
Lo anterior explicaría por qué lo detienen 3 meses después de iniciado el proceso en su contra, el 11 de enero de 2013 (http://bit.ly/1BQdmQs), en esa oportunidad el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, informó a través de la red social Twitter: “Capturado por CICPC, Velasco Kassem Rodolfo Raschid, solicitado por Legitimación de Capitales, vinculado a la Organización del Loco Barrera”, (http://goo.gl/3ek7jq – http://bit.ly/1tRZNf6 – http://bit.ly/17rosSU) . Resalté el término “vinculado” (http://bit.ly/1DHn2OM) para evidenciar como Néstor Reverol se erigió en juez dando por sentado un supuesto del todo negado y sin aclarar en una incipiente investigación en la cual pareciera que no se agotaron todas las diligencias conducentes a la acusación. Néstor Reverol habría salido del Ministerio de Interior y Justicia por querer quedarse con la residencia de Rodolfo Velasco, lo cual es un indicio de estar ante un vergonzoso ardid de los tantos forjados en revolución para privar de libertad y acusar (http://bit.ly/14bRfsC) a gente emprendedora y con responsabilidad social como Rodolfo Velasco, opinión expresada en la calle 24 de Barquisimeto por muchas personas que trabajaban gracias a él. A finales de 2013, sin que aún se hubiese celebrado la Audiencia Preliminar, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia se avocó al conocimiento del caso por tener conocimiento “sobre la existencia de presuntas irregularidades y desórdenes procesales”, en aras de la celeridad procesal, pasando el caso al Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana, circunscripción donde al parecer no se le ha dado inicio al debate oral y público.
Casos absurdos como el de Rodolfo Raschid Velasco Kassen abundan en nuestro sistema judicial, siendo lamentable la tendencia a acostumbrarnos a su ocurrencia “en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.”
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