¡Despierta Venezuela!
El llamado a despertar no tienen nada que ver con el constitucional 350, con guarimbas, manifestaciones, ni ninguna otra forma de protesta, se trata que mientras usted está haciendo alguna agotadora cola para comprar algo tan básico como leche o pañales o para aprovechar los precios subsidiados de algún mercado público se pregunte ¿Es justo esto? ¿Es normal? ¿En qué otro país de la región ocurre lo mismo?
Lo más dramático de todo es que mientras vemos decaer día a día nuestra “calidad” de vida el gobierno señala a la oposición de ser la responsable de todas las penurias que atormentan al pueblo, y como es de esperarse, la oposición señala al gobierno como único responsable, sea como sea, sí es por guerra económica o por modelo económico a usted le afecta igual, no hay diferencia, es la misma inflación, escasez e inseguridad de la que se habla ¿De qué nos valen las excusas?
Los llamados a resolver los problemas del país (gobernantes y opositores) no están haciendo su trabajo desde hace mucho tiempo, viven en una perenne guerra mediática, de show en show, de espectáculo en espectáculo, pavoneándose cada uno de su incomparable papel histórico que hoy están librando uno contra el otro, mientras usted hace cola tras cola.
Cada uno de los actores políticos del país obra desconectadamente de lo que Venezuela necesita, obra según su conveniencia, según lo que cupulísticamente han decidido, los principales problemas del país no se abordan, no se atacan, no se corrigen, mientras a usted lo asecha la delincuencia.
En Venezuela “la línea del partido” impone la pauta, los grandes avances en materia de participación ciudadana han sido inutilizados perversamente por los partidos políticos, apreciamos con profundo desdén como en las comunidades en lugar de discutirse cómo resolver sus respectivas problemáticas internas discuten lo perverso que es el imperio yankee o los Castro, mientras a usted la inflación lo consume vivo.
Países de la región como Bolivia, Nicaragua y Ecuador, que hace menos de 10 años vivían mucho peor que nosotros, hoy nos superan en todas las estadísticas e indicadores de desarrollo, de calidad de vida, se han ajustado a la regla universal de prosperidad incorporándose al mundo a través de su respectiva producción nacional generando impuestos, empleos, abastecimiento, precios bajos, apartando los cavernarios preceptos de igualdad material y colectivización de medios de producción que solo propiciaron las peores dictaduras y atornillamiento de castas políticas al poder a lo largo del siglo pasado, algunas aún siguen en sus cargos a expensas de pueblos cercenados de derechos y libertades.
Léase bien; incluso Haití, un país sin recursos minerales, devastado por un apocalíptico terremoto en el 2010, exhibe los resientes años formidables indicadores de crecimiento económico y humano, mientras que Venezuela, a pesar de haber disfrutado una vez más las fáciles y extralimitadas riquezas del último boom petrolero, experimenta un persistente retroceso económico, endeudándose cada vez más con los chinos, rusos, entre otros ¿Es lógico esto? Sí, sí lo es cuando analizamos cuáles han sido las prioridades de nuestros políticos los últimos 30 años y las comparamos con lo que era (y sigue siendo) prioritario para el país: eficiencia y transparencia en el uso de los recursos públicos.
Venezuela llegó a un punto de inflexión histórico en que sí no corrige su rumbo político y económico actual las nefastas consecuencias sociales serán muchísimo más difíciles de corregir, sometiendo a un calamitoso futuro a nuestros hijos, a los hijos de ellos.
¡Despierta Venezuela! No importa de qué tendencia política seas, lo que importa es que exijas resultados palpables, no es cifras ni estadísticas, que no te conformes con lo que apenas consigues, que quieras vivir dignamente paulatinamente mejor, sobretodo que no aceptes excusas de ningún gobernante, lo único que quieren a través de sus cuentos de camino es lavarse las manos de la responsabilidad ante sus costosos fracasos, fracasos que hacen que tu hagas cola para todo, que sobrevivas a la inseguridad y a la penitente inflación. Gobernante incapaz debe ser depuesto de su cargo para jamás volver y abrirle paso a venezolanos eficientes, transparentes, cónsonos con los acelerados cambios de hoy, no hay otra vía… ¡Despierta Venezuela!
@leandrotango
