¿Qué significa un acuerdo de inversiones con EEUU?
Las recientes reacciones suscitadas a raíz de las declaraciones de la representante comercial de los Estados Unidos Charlene Barshefsky, acerca de la interrupción de conversaciones del Gobierno venezolano tendentes a la firma de un tratado de Inversiones, potencian una coyuntura favorable que debe ser aprovechada para apoyar los importantes procesos de inversiones recíprocas existentes. Por una parte, los Estados Unidos son el principal inversionista extranjero en Venezuela, con aproximadamente el 60% del total de la inversión foránea acumulada, cuyo monto total supera hoy en día los 7.5 billones de dólares. Por otra parte, los intereses de Venezuela en los Estados Unidos se han venido incrementando a través de PDVSA, quien mantiene en ese país 2 de sus 5 grandes operaciones en el exterior, a través de CITGO, la tercera mas grande cadena de estaciones de servicios en ese país; y UNO-VEN, empresa refinadora de petróleo y distribuidora de los productos lubricantes, además de las negociaciones que se llevan adelante para la adquisición de nuevas plantas de refinación.
El Reencuentro Con LatinoAmerica.
Las palabras de la representante Barshefsky, aunque constituyan sólo una respuesta en un evento de mayor alcance, no dejan de tener un significado particular. El reconocimiento de un interés por parte de los Estados Unidos en impulsar relaciones económicas mas profundas con el resto de la Región Latinoamericana. Aún cuando el rápido avance de los procesos de integración en la Región, en sus expresiones del Grupo Andino y Mercosur, en contraposición al escaso avance en los acuerdos comerciales con ese país pongan de manifiesto lo contrario, se debe aprovechar la coyuntura para retomar y concretar un acuerdo mutuamente beneficioso. Pareciera que el sector privado norteamericano ha forzado con su mayor presencia en la región, la necesidad de prestar atención a una región llamada a tener el mayor crecimiento en todo el mundo, en la atracción de nuevas inversiones en los próximos 25 años. No en vano, en la década de los 9, las exportaciones norteamericanas hacia América Latina crecieron con mayor rapidez que hacia cualquier otra región del mundo, mientras que la tasa de crecimiento de nuevas inversiones se ha ubicado por encima del 20% interanual.
No Basta un Tratado.
Un Tratado Bilateral de Protección de Inversiones puede generar un entorno que facilite las relaciones económicas entre ambos países como medios de desarrollo económico y social, a través de figuras tales como el trato de la Nación más Favorecida a las inversiones de ambos países, la Transferencia al exterior de pagos relacionados con una inversión, las garantías en caso de procesos de Expropiación y la Solución de controversias entre un inversionista y la Parte Contratante receptora de la inversión. Sin embargo, el mismo no es suficiente para maximizar los beneficios de los flujos de inversión. Ciertamente un acuerdo para evitar la doble tributación favorecerían los intereses de ambos países al evitar el gravamen de los ingresos de una empresa tanto en el país receptor de la inversión como en el país de origen. Eso beneficiaría a nuestra industria petrolera, cuyas ganancias provenientes de los Estados Unidos cobran cada día mayor importancia, así como a las cuantiosas inversiones de empresas norteamericanas previstas a materializarse, lo que permitiría una mayor asignación de recursos a nuestro país, al compararlo con otros con los que competimos al momento de distribuir los recuros a ser invertidos. Las avances en las normas relativas a los Derechos de Autor, así como a la Decisión No. 344 sobre Propiedad Industrial de la Comisión del Acuerdo de Cartagena, deben permitir destrancar las conversaciones estacandas al inicio de los 90.
Finalmente, existen condiciones que requieren de una agenda de reformas mucho mas importante, como lo son la seguridad jurídica y la lucha contra la corrupción, las que permitirán el logro del objetivo último tras estos acuerdos, cual es el de la atracción de inversiones y del mayor crecimiento de la economía y la generación de riqueza.
* Director Ejecutivo de CONAPRI.