No estamos bien en las encuestas pero no estamos inhabilitados
En la edición de El Nacional del día de hoy, 20 de mayo de 2008, aparece una noticia según la cual Acción Democrática les advierte a sus candidatos inhabilitados por la Contraloría Generalque “ deberán renunciar a sus aspiraciones y abrirle paso a otros abanderados si para finales de mayo no se ha resuelto su situación”. Esa grave y, a mi juicio, inaceptable advertencia, no es sino un reflejo de una tendencia que se ve clara en otras toldas de la oposición.
El gobierno, tan aliado de Bielorusia, está siguiendo las tramposas maniobras de Viktor Lukachenko. Este dictadorzuelo, para asegurarse en el poder, ha recurrido a la medida de inhabilitar, ilegalmente, a cualquier candidato de la oposición que tenga posibilidades de triunfo en las elecciones. Desgraciadamente, el pueblo de Bielorusia no ha sabido seguir el ejemplo de Ucrania y ha permitido que las maniobras de Lukachenko surtan efecto.
Toda la dirigencia de los partidos de oposición en Venezuela sabe que las medidas de inhabilitación dictadas por el contralor —o deberíamos decir avalador— son inconstitucionales e ilegales; sabe que los derechos políticos de los ciudadanos venezolanos sólo pueden suspenderse después de que haya una sentencia condenatoria definitivamente firme cuya pena acarree, como accesoria, la inhabilitación. Pero esos mismo dirigentes que, en muchos casos, no ven con muy buenos ojos que un compañero precandidato esté sobradamente de primero en las encuestas ya que prefieren a otro, no hacen nada para impedir que caiga la inconstitucional inhabilitación del precandidato preferido por los electores.
¡Que ceguera la de tantos partidos de oposición! Siguen creyendo muchos dirigentes, de corte marcadamente decimonónico, que con el triunfo de la oposición en el referendo del 2 de diciembre basta para derrotar al oficialismo en las próximas elecciones para gobernadores y alcaldes. Nos hacen recordar el dicho “mataron al tigre y le tuvieron miedo al cuero.”
Dejan solos a Leopoldo López, David Uzcátegui, Enrique Mendoza y otros tantos más precandidatos seguramente vencedores en la insulsa creencia de que cualquier otro precandidato que los sustituya va a derrotar al candidato oficialista.
¡Qué inmoral la decisión de lo que queda de Acción Democrática de exigirle a sus candidatos inhabilitados que se retiren! ¿Cómo el partido del pueblo va a convalidar la artera e ilegal maniobra del gobierno de inhabilitar a aquellos candidatos de la oposición con verdaderas opción de triunfo? ¿Cómo puede ser que el interés político de corto plazo pueda prevalecer sobre los principios? Creen acaso que al facilitar la inhabilitación de Leopoldo López van a lograr el triunfo de Antonio Ledezma. Pobre país el nuestro en el que algunos dirigentes políticos consideran que el “ pragmatismo” es la única forma de hacer política. Acción Democrática logró muchos triunfos cuando defendía principios fundamentales del vivir democrático, precisamente fue el pragmatismo el que debilitó al partido hasta hacerlo prácticamente desaparecer.