Para traer al 2015
¡Feliz Año, queridos lectores! Para que 2015 sea fructífero, he aquí la lista de las cosas que quiero que continúen, que crezcan y que lleguen hasta donde todavía no han llegado:
A nuestro Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, que celebra este año su XL aniversario, para que siga en su siembra de valores a través de la música. Larga vida y salud al querido y admirado Maestro José Antonio Abreu, para que continúe al frente de esta verdadera revolución de la sociedad venezolana. A nuestros jóvenes directores, solistas y maestros que han lavado el nombre de Venezuela en el exterior y a todos quienes trabajan con el Sistema por su dedicación y empeño de tener un país donde las virtudes se lleven por delante a los vicios. A todos los jóvenes músicos para que crezcan en excelencia, dedicación, mística, trabajo en equipo, orden, disciplina… eso los llevará a ser los mejores en lo que se propongan hacer. A los padres de esos jóvenes músicos que han entendido la importancia de ese círculo virtuoso de valores.
A nuestros cantantes y coros. No hay instrumento más hermoso que la voz humana elevada en canto. A María Guinand, Alberto Graü, Margot Parés Reyna, Lourdes Sánchez, Ana María Raga, Isabel Palacios y tantos otros, por sus continuos esfuerzos en fomentar la cultura en nuestro pueblo. No hay tarea más hermosa que acercar el pueblo a la cultura.
Al Proyecto Alcatraz de Ron Santa Teresa, paradigma de lo que es posible cuando se unen de manera proactiva y armoniosa los sectores privado y gubernamental con el pueblo. Por la esperanza que han dado en la reinserción de personas a la sociedad. A los “alcatraces” por haber optado ser aves que vuelan alto y no presidiarios. Al pueblo de El Consejo, Municipio Revenga del Estado Aragua, que ha abrazado este proyecto y otros más que potenciarán sus emprendimientos.
A los maestros, profesores, médicos, policías y bomberos, que a pesar de la precariedad de las reivindicaciones salariales y el reconocimiento social continúan en el ejercicio de sus funciones, con toda el empeño y la perseverancia que se requieren tener.
A las ONGs que luchan por los derechos humanos, por el valor de enfrentarse a la maquinaria avasallante de un gobierno todopoderoso. Quiero mencionar la labor del Foro Penal Venezolano y a sus abogados en todos los estados del país, quienes han hecho milagros para defender a quienes ha sido sojuzgados, humillados y atropellados.
A los empresarios y comerciantes que a pesar del estrangulamiento al que han sido sometidos, siguen decididos a apostar por el país. Ellos siguen invirtiendo en Venezuela, a pesar de la inseguridad legal, de los abusos y las matracas de los funcionarios y militares, y de la precariedad y la improvisación de las normas.
A los medios de comunicación social y periodistas independientes, por el valor de llamar las cosas por su nombre en un régimen que cada día arrincona más a quienes lo adversan.
A las universidades autónomas y a su lucha por la defensa de la autonomía. Quiero reconocer a la rectora Cecilia García Arocha, a los vicerrectores Bianco y Méndez, al secretario Belmonte y a los miembros del Consejo Universitario por la lección de dignidad, firmeza y valentía que han transmitido a todo el país. A los estudiantes que siguen en su empeño de ser puntales de una democracia moderna y exitosa.
A quienes han tenido que irse. A ellos, que tuvieron que dejar su corazón y sus recuerdos aquí, para que algún día regresen a ayudar con la reconstrucción de Venezuela.
A los Leones del Caracas, aunque nos vaya mal, y a toda la Liga Profesional de Béisbol Venezolana, incluyendo al Magallanes. A la Vinotinto, esperando que bajo la conducción de Chita San Vicente nos vuelvan a llenar de esperanzas de llegar al Mundial.
A las madres venezolanas, para que sus sueños de que sus hijos vivan en un país de paz y oportunidades se hagan realidad. A todos quienes tienen puentes en aras de la reconciliación nacional.