¿Militares comunistas?
Siempre me llamó la atención la manera como se aceptan ciertas pautas “comunistas” dentro de nuestras Fuerza Armada, fundamentalmente su saludo: “Patria, socialismo o muerte”. En el año 1971, cuando trabaja en el desaparecido Ministerio de Obras Publicas y me tocó dictarles cursos a los militares sobre la ejecución de las encuestas “Origen y destino,” si se me hubiese ocurrido lanzarles ese saludo, lo menos que hubiera sucedido era un largo carcelazo por insurrección.
Momentos tensos y de guerrillas vivía Venezuela, proveníamos de la dirección estudiantil y habíamos militado en el MIR, cuando comenzamos a trabajar en la administración publica con un contraste existencial difícil. Los militares por su lado se encargaban de erradicar las guerrillas en este país, como al final ocurrió.
Una vez me encontraba descansado de paso por Corozopando, estado Guarico en compañía de un Capitán del batallón de cazadores Páez, creo visitábamos el destacamento José Laurencio Silva, y me espetó el amigo militar: cuidado con utilizar tu viejo lenguaje de dirigente estudiantil o la palabra socialismo, los oficiales que están aquí acaban de regresar de las guerrillas después de prolongados meses persiguiendo guerrilleros, privados del contacto familiar y casi social. Me cuide de no hacerlo, acogiéndome a la recomendación hecha y viendo el rechazo de cualquier atisbo que sombreara de “rojo”.
Luego, a la vuelta de los años, asombrosamente tenemos un presidente militar, quien de manera paladina introdujo en el ejercito su “socialismo” en momentos en que el mundo socialista- marxista no existe y la Fuerza Armada pierde todo ese perfil anti “comunista” que se correspondía con ella.
La institución se ve desde afuera indisciplinada, divida en dos, con gente que quiere mantenerse como institucional, respetando la constitución, y otros que no le paran bolas al “patria, socialismo o muerte” con tal de recibir abusivos ascensos y “beneficios” económicos.
Cuando estuvimos en Corozopando existía la URRS con la bipolaridad del mundo, se podía discutir en torno a ello, había un asidero ideológico para plantear la ruta hacia el socialismo, pero ahora que no sólo derrumbaron el Muro de Berlín y se cayeron todas las farsas de ese comunismo inexistente, es cuando llegan los denuedos socialistas a nuestros cuarteles y algunos militares lo aceptan sin ni siquiera pensarlo.
Esta aberración que sembró Chávez en la Venezuela actual es tan valida para el mundo civil como militar, sin sentido, sin ideología y a punta de puros billetes, vemos el derrumbe de nuestra sociedad. Entretanto, el ciudadano común se hace la pregunta: qué pasará con nuestra Fuerza Armada que pierde toda su institucionalidad y se desboca con un poderío parcializado hacia una utopía. Bueno, lo mismo supongo, deben plantearse muchos militares con relación a los ciudadanos civiles.
Lo innegable es que establece una antinomia para ambas parcelas, para que la Venezuela del siglo XXI, vaya en retroceso con relación al resto de las naciones y se malgasten todos sus ingresos en función de esto. Diez años perdidos entre “Patria, socialismo y muerte,” tan incoherente de cara a la historia como los planteamientos del propio Chávez. En su vana gloria y cambios permanentes de humores, que ha trocado los arquetipos de este país.
Hasta cuándo los venezolanos seguirán calándose tantos atropellos. ¿Hasta cuándo?
La felicidad y tranquilidad de esta tierra suramericana se esfumó hace diez años, cuando llegó un militar a destiempo con el acontecer mundial, planteándonos una revolución al rancio estilo bolchevique y degeneró en una anti revolución del más mediocre sentido social.
La nación se fue arruinando, su gente empobreciendo, se llenó el escenario de perseguidos y perseguidores; y nos sigue pareciendo muy extraño que nuestros militares se hayan asimilado a los viejos preceptos marxistas. De verdad nuestra Fuerza Armada será “Patria, socialismo o muerte,” o mantendrán la cordura de los que conocí en los años 1971-72. El tiempo lo dirá…
