NUEVA YORK
El béisbol de Grandes Ligas no tiene claro cuál es el impacto inmediato de la decisión del presidente estadounidense Barack Obama de reanudar las relaciones diplomáticas con Cuba.
Debido al embargo económico de Estados Unidos contra la isla, cualquier beisbolista que abandone Cuba tiene que obtener una licencia del Departamento del Tesoro estadounidense antes de fichar con algún equipo de las mayores.
Estos jugadores usualmente establecen su residencia legal en terceros países como México o República Dominicana, para poder declararse agentes libres y firmar contratos millonarios.
La organización de las Grandes Ligas indicó el miércoles que «sigue de cerca el anuncio de la Casa Blanca», y añadió que «no hay suficientes detalles para realizar una evaluación realista».
«Estaremos pendientes a este importante acontecimiento, y mantendremos a nuestros equipos informados sobre cualquier impacto que esto pueda tener en la forma en que operan con cualquier asunto relacionado con Cuba», agregó la oficina del comisionado.