Chavomadurismo en crisis
La crisis política del chavomadurismo la generan las políticas equivocadas y las contradicciones del heredero del Comandante extinto, que han provocado las protestas de amplios sectores de sociedad civil y de la oposición en general, que sumadas hoy a la crítica de centenares o miles de militantes que ya no lo pueden oír con la fe de los incondicionales de otros tiempos, cuando los arengaba Hugo Chávez y creían en la infalibilidad de su palabra y en el cumplimiento de sus promesas, empujan el país hacia un abismo.
Un porcentaje importante de candidatos de los llamados jefes de brigadas chavistas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha sido señalado como seleccionados previamente por Diosdado Cabello y el Presidente de la República, para conocimiento de los militantes de esa organización política al momento de depositar su voto en las urnas correspondientes. Esa denuncia ha provocado la rebelión de algunos que se habían ganado el respaldo de sus compañeros de la base y fueron derrotados por los favoritos del jefe del Estado. Y esa insubordinación podrá tener consecuencias negativas muy graves para los candidatos impuestos por el dedo de la cúpula Cabello-Maduro, si a ello se agrega la organización y cuestionamiento de dirigentes agrupados en la Marea Socialista y de varios ex –ministros, quienes también, hasta ahora, han sido subestimados y agredidos por los herederos del difunto Comandante en Jefe.
Y aunque es posible que las intimidaciones o enjuiciamientos de algunos funcionarios públicos que no se sometan a los dictados de los nuevos gobernantes, contribuya a callar algunas voces, pero los sin tierras, sin viviendas, sin empleo, acostumbrados a las amenazas del hampa todos los días, a quienes se les ha dicho que el socialismo es para todos, que tienen derecho a participar y a ser protagonistas de la historia, después de casi 15 años de oír mentiras, se mantendrán protestando en las calles y posiblemente no volverán a votar por los candidatos que seguramente también impondrán para las elecciones parlamentarias del 2015, y hasta es factible que sufraguen en contra.
Todo indica que estamos en presencia de una crisis política que se origina en las contradicciones de una prédica socialista y una práctica capitalista de Estado, que ha mantenido engañados a miles de venezolanos a quienes no se les han solucionado sus problemas económicos y sociales, pero que ven muy de cerca cómo muchos de los jerarcas del gobierno se enriquecen de la noche a la mañana. El verbo hipnotizador del heredero Presidente no existe e incluso su voluntad de hacer algo por su pueblo, se ha estrellado, después de 15 años de gobierno, contra una realidad económica y social que no admite políticas equivocadas que ya fracasaron en otros regímenes totalitarios o de simple tendencia autocrática.
En el supuesto de que algunos de los candidatos a diputados ganen las elecciones en 2015, y los obliguen a aplicar la misma política de hegemonía de la cúpula Cabello-Maduro, negándole al pueblo el ejercicio de los derechos que la Constitución del 99 le otorga, la crisis política no podrá ser contenida con las dádivas que ya no permiten los bajos precios del petróleo.
La mayoría de sus políticas, las más importantes, anunciadas en las últimas Leyes Habilitantes, al ser tomadas sin consultar y menos discutir con su “Estado Mayor” militar y político, ha profundizado seriamente la crisis del chavomadurismo, lo que constituye un rotundo fracaso del personalismo, del autoritarismo, también por obsoleto y antihistórico, que lo conducirá a una segura derrota en las elecciones parlamentarias del 2015, si la oposición en general, partidos políticos, candidatos independientes y la sociedad civil, se presentan unidos.