Alumbramientos No.55
Estados estructuralmente defectuosos. Es lo que se percibe al visitar la mayoría de los estados del país; basta con recorrer sus calles estrechas y llenas de huecos, acudir a los llamados mercados periféricos o a sus urbanizaciones populares tipo Inavi para constatar la dejadez, la insuficiencia de sus hospitales, la mala calidad de los servicios públicos especialmente los relacionados con el fluido eléctrico, el agua y la basura. Todo esto nos rebela que la mayoría de los estados sufren de una incapacidad crónica, están enfermos, están como muriéndose de mengua…Mientras los estados cojean, la población como sedada espera resignada a que la situación mejore, ella sabe que hay dinero, lo palpa a través del consumismo loco y desbarajustado que se asemeja a una borrachera colectiva difícil de definir y de comprender y a lo mejor por eso no reacciona como debería ser…Hay que mover al país, porque está como de cabeza, estamos viviendo cambios pero sentimos que no son para bien, las personas se endeudan con vehículos y adquieren bienes importados, no ahorra solo consume, esto ha configurado una especie de síndrome de burbujas que en algún momento va a estallar con calamidades impredecibles…Desequilibrio. No habíamos conocido un mercado de compradores de las dimensiones del actual, la demanda supera abiertamente a la oferta, por lo cual los consumidores compran lo que encuentran, empezando por baratijas pasando por celulares, hamburguesas hasta llegar a los vehículos chinos sin repuestos en el país, surgen entonces los expendedores de bienes de primera necesidad que se aprovechan de los mas pobres con pesos amañados, las telefónicas venden aparatos sin la plataforma tecnológica completa y los consumidores como indefensos no reclaman con la contundencia del caso….Y mientras tanto, la mayoría de nuestros conductores políticos siguen sin reprogramar su mentalidad y sigue haciendo lo que vieron, oyeron y practicaron desde niños. En Miraflores el jefe mayor no termina de entender que no es cuestión de nacionalizar ni de estatizar, sino de sentido común y sigue con su proceso atemorizante y ahora le ha puesto el ojo a las contratistas a quienes ha amenazado con comprarlas…Una pregunta. Y por qué no destina esa plata para: arreglar las calles de Venezuela que son una vergüenza, construir viviendas populares, invertir en electricidad y en agua, invertir en seguridad, educación y salud o invertir para dejar de ser un país importador y pasar a ser un país productor tanto agrícola como industrial con lo cual eliminaría el contrasentido de nuestro “socialismo importador” que ataca a los empresarios nacionales pero les compra los productos a los empresarios norteamericanos, brasileños, o argentinos…Un dato. Las importaciones del año pasado superaron los 40 millardos de dólares, ello equivale nada más y nada menos que a los ingresos petroleros del primer semestre de este año ¿Esto es autarquía o es dependencia?…