Alumbramientos No. 54
Un dicho importante. No basta con estar en el lugar adecuado y en el momento justo. Para que las cosas salgan bien se requiere a la persona adecuada en el lugar adecuado en el momento justo. Si no se cumple esta trilogía los resultados no serán los mejores y es lo que ha sucedido con muchos de nuestros políticos, quienes por circunstancias de la vida han alcanzado determinadas posiciones o cargos sin ser las personas adecuadas para ello, y los resultados de sus respectivas gestiones han sido sencillamente mediocres… Y no es que sean ignorantes, porque no es lo que se ignora lo que impide al hombre alcanzar el éxito en la gestión del cargo que le toca desempeñar; lo que constituye su principal obstáculo, paradójicamente, es lo que sabe o cree que sabe y que considera suficiente; por eso frecuentemente arropado con una capa de prepotencia en vez de recurrir a la ayuda de asesores competentes prefiere optar por el pragmatismo y escuchar la conseja de los aduladores y chupa-chupa que siempre están allí pegados, por lo que su gestión se reduce a pavonearse con su cargo y realizar algunas obritas intrascendentes…La lección es sencilla, si se quiere pasar a niveles superiores como persona o como gobernante hay que estar dispuesto a desprenderse de antiguos modos de pensar y adoptar otros nuevos…Reprogramación. Si nuestro patrón de concepción de vida subconsciente es marginal y subdesarrollado y no está por lo tanto programado para alcanzar el éxito y el desarrollo, nada de lo que se sepa y nada de lo que se haga hará cambiar mucho las cosas, y esta es la raíz de las escasas obras de envergadura de la mayoría de los que han sido nuestros alcaldes, gobernadores y presidentes… Ejemplo de reprogramación. El Tigre era un triste tigre cuando un joven de unos treinta años, Ernesto Paraqueima llegó a la alcaldía del pequeño municipio Simón Rodríguez. A casi cuatro años de su gestión ha cambiado la cara de El Tigre, y lo puede mostrar con hechos: muchas empresas nuevas, El paseo de la virgen, La plaza de las banderas, todos los taxis codificados, motorizados con cascos y chalecos, paradas de autobuses fijas, y entre lo que más resalta está la decisión de eliminar “la calle del hambre” y la está concretando entregándole a cada dueño de tarantín o carrito de perro caliente un local moderno en la “Feria del Sabor” para convertirlos en microempresarios con la responsabilidad de que cumplan con las obligaciones formales parafiscales, ISLR, IVA, libros legales y demás obligaciones de ley, es un ejemplo a seguir…Aferrados a programaciones obsoletas. Ciudad Bolívar, en cambio, es una capital cuyos gobernantes parecen condicionados por viejos paradigmas, los habituales. No tiene cines, las calles desastrosas, mucha basura, el viernes pasado ocurrieron catorce interrupciones en el fluido eléctrico. No hay duda, Ciudad Bolívar requiere de un líder reprogramado con visión de desarrollo. Es lo que percibo en mi visita a esta ciudad.