Hacer lo que hay que hacer
Suena así como un mandato para la toma de una decisión crucial; sin embargo es lo que deberíamos hacer todos los días los empresarios, políticos y trabajadores, actuando siempre en conformidad con las normas aceptadas por la sociedad y principalmente las contenidas en la Constitución Nacional, ello nos permitiría convivir como verdaderas personas civilizadas…Mundo empresarial. No puedo dejar de reconocer que en el campo empresarial existen unos personajes que son “chupa-chupa” de los diversos gobiernos y para congraciarse con el Gobierno de turno se comportan como plastilinas y, como están chupando, tratan de defender públicamente lo indefendible. Hay otros que actúan dignamente orientados por la esencia del espíritu empresarial que no es otra que solucionar problemas a la gente obteniendo por ello una ganancia, actuando con principios éticos y apoyándose en sus propios análisis sobre aspectos como el entorno en el cual se desenvuelven, las metas económicas que aspiran lograr y las capacidades internas para lograr dichas metas… Mundo político. No tengo duda de que en el sector político también existen especímenes que son inconstantes como las veletas, que a sabiendas que no tienen posibilidades de ganar, se lanzan y terminan negociando sus apoyos al mejor postor; hay otros que a pesar de ser contrarios al autoritarismo se inscriben, por resentimiento, para restar posibilidades a antiguos compañeros de fórmula. Pero también existen aquellos que son como rocas firmes y con claridad en los objetivos, dispuestos a trabajar y dejarse ayudar para lograr el progreso en el ámbito en el que aspiran gobernar, por estos políticos son por los que debemos votar…Campo laboral. Aquí tampoco tengo duda de que la mayoría actúa de buena fe; otros lo hacen con base en su nivel de educación y de la programación mental “colectiva” de sus valores relacionados con el menor esfuerzo y arrimados a los que le den algo aunque sea poco; de allí la razón de las misiones y su éxito como formula de enganche, que no han podido ser contrarrestadas de manera efectiva por los políticos del ala democrática, al no presentar formulas que los conecten de una manera atractiva con las masas… No basta con la filosofía de Pipiolo. Este es un señor que se postuló para alcalde en Los Puertos de Altagracia, y ante las preguntas de los votantes en relación a qué ofrecía porque los del gobierno estaban entregando planchas, lavadoras y televisores, se le ocurrió un eslogan que pintó en la parte mas alta del tanque de agua del pueblo, que decía: “Están dando, agarren, pero voten por Pipiolo”… Afrontar la nueva realidad. No es nada fácil, porque afrontar la realidad, como afirman Bossidy y Charan, es reconocer el mundo tal como es y no como se quiere que sea y tener la valentía para hacer lo que debe hacerse y no lo que se desea hacer. La realidad nos dice que en el camino del “proceso” por una u otra razón ya les tocó a los trabajadores petroleros, a algunos militares, a varios comisarios, a RCTV, Cantv, Sidor, Electricidad de Caracas, Cemex y por lo que “jumea” pronto le tocará al Banco de Venezuela, a los propietarios de estaciones de servicios y empresas de transporte, contratistas y a los distribuidores de alimentos. Me decía un empresario que si el 23 de noviembre vuelve a ganar el oficialismo a cada cochino le va a llegar su domingo, incluyendo a los puercos del mismísimo amigo presidente de la Asociación Porcina de Venezuela. Adelante, a afrontar la realidad y hacer lo que hay que hacer.