¿Hay que desmantelar Google?
Los parlamentarios europeos se alarmaron de nuevo con razón, el jueves 27 de noviembre, por los riesgos de concentración en el mercado digital. En un texto puramente indicativo, votado masivamente, se refieren a Google sin nombrarle. Un 90% de las búsquedas en Internet en la Unión Europea se hacen con Google, con lo cual está en situación de no concurrencia. Esto no es forzosamente culpa del que dispone de semejante avenida en Europa: su cuota de mercado en Estados Unidos es menor, del orden del 70%. (…)
¿Hay que ir hasta el desmantelamiento preconizado por algunos? A la espera de los resultados de la investigación abierta [por la Comisión Europea] conviene guardarse de ceder así, a la ligera, al empleo de la bomba atómica; incluso si los mismos directivos de Google no ocultan que el tamaño de la firma comienza a ser problemático.
Por el contrario, hay que ser más radical sobre la segunda gran cuestión que plantea Google. Afecta a nuestras libertades y a la protección de datos privados recogidos por el grupo. En tanto que se supone a los europeos un regusto de envidia en las batallas emprendidas en Bruselas contra los gigantes estadounidenses de la Red —¡qué tenemos nosotros en firmas de esta calidad!— hay que ser intransigentes respecto al capítulo de las libertades. (…)
Las instancias europeas competentes han denunciado la falta de respeto de Google, o el respeto incompleto, del “derecho al olvido” digital que es norma en Europa, según una resolución del Tribunal de Justicia de la UE. (…) Hay que dar prioridad a esta batalla porque la amenaza es real.
Esta noticia está redactada en un lenguaje tan rebuscado que dificulta su comprensión para la mayoría de los lectores, que terminan sin saber de qué se trata y dónde está el delito que veladamente atribuyen a Google, sin criticar a quienes dejan de participar en ese mercado voluntariamente, en especial las empresas europeas que pudieran competir de tú a tú, en lugar de buscar torpedear a Google.