Intimidar para dominar
El acoso moral, la intimidación, o como se le denomina con el anglicismo de uso común bullying, es el maltrato físico y/o psicológico deliberado, planificado y continuado.
Este fenómeno psicológico ha ido proliferando. Por ejemplo, existe el acoso escolar, de niños contra otros, fenómeno creciente en escuelas y colegios. El acoso en el trabajo, en la familia o en cualquier otro ambiente social.Otra forma de acoso o bullying se practica con fines de dominación o control político.Desde formas muy sutiles y encubiertas que son progresivas y en varios flanco hastaformas extremas como el terrorismo con actos a veces salvajes, se busca intimidar por medio de la descalificación, el insulto o la amenaza abierta o encubierta.
Estas formas de acoso moral con frecuencia provienen de quien detenta el poder formal, lo que lo hace aun más censurable pues es aprovecharse de una posición privilegiada.
El acoso moral implica la repetición continuada de burlas o agresiones, sometimiento a condiciones humillantes o indignas que terminan por ser aceptadas como comunes. Estas prácticas con frecuencia provocan en la victima, sensación de minusvalía ( no puedo contra esto), de exclusión social (no soy tomado en cuenta), la percepción de estar solo(a) y desvalido e inerme y expuesto(a) a una acción despreciable que no controla y terminan por crear resignación y pasividad. El acoso moral suele incluir acciones como el uso excesivo de la justicia, el favoritismo descarado, la escasez planificada para dividir , enfrentar, y buscar culpables, la exposición a mensajes degradantes o descalificantes y la exposición sistemática a situaciones cotidianas degradantes como hacer cola para todo. Esto suele estar encubierto por una justificación pueril, por ejemplo, «lo hago por tu bien o el del pueblo o la patria», o «no me queda más remedio en hacerlo pues hay fuerzas malévolas que me obligan”.
Lapasividad y resignación de la víctima indefensa (el colectivo social) hace sentir poderoso e impune a quien la practica, quien es vivido como omnipotente.
Cuando esta práctica se repite en el tiempo tiende a desmoralizar a la víctima. A veces el mismo agredido contribuye a su mantenimiento sin darse cuenta cuando no protesta o reclama, o simplemente se adapta pasivamente al acoso por no sentir que tiene capacidad de acción. La víctima tiende a desarrollar miedo y rechazo al contexto en el que sufre el acoso; pérdida de confianza en sí mismo y en los demás.
El agresor, sobre todo cuando es con fines de dominación social se torna cínico, y racionaliza todo lo que hace “por el bien común”. Son técnicas utilizadas y estudiadas en regímenes totalitarios desde la prehistoria, que se han ido sofistican hasta casi convertirse en “ciencia aplicada” por los Rusos , los Nazis y tropicalizados por los cubanos.
Sus consecuencias son lamentables: atentan contra la libertad del individuo y pueden provocar daño psicológico, además de ser una práctica cobarde, indigna y censurable. Hay maneras de desmontar está lesiva práctica , pero requiere tomar conciencia colectiva y actuar en grupo pues esta técnica tiende a aislar para dominar.
Fundación HUMANA
58- 212- 2846015/ 286-2912/ 435-0711
www.fundacionhumana.org
Twitter : @fundacionhumana
Facebook: fundacionhumana
correo: [email protected]