En defensa de la República
La suerte está echada. Es poco lo que tanto el Presidente como sus candidatos o los distintos sectores de la oposición pueden hacer para influir en el ánimo de los electores. Es decir, en su intención de voto. Ojala en esta oportunidad los esfuerzos finales se concentren en animar a la gente a salir el próximo domingo a manifestar el creciente rechazo al régimen con el instrumento que tendremos a la mano. Pero más que eso, debemos entender que saldremos en defensa de la República que se destruye en un ejercicio progresivo de perversidad comunistoide. Saldremos a defender la República federal y democrática de Venezuela, la que fundó José Antonio Páez, la que logró mantenerse en medio de los tormentosos años del siglo XIX, también del XX y en buena parte de lo que va del XXI ya que, a pesar de todo, los esfuerzos del loco que nos gobierna han resultado insuficientes para alcanzar sus propósitos.
Entendamos que al votar el domingo estaremos manifestando nuestra decisión irreversible de sostener y defender la autonomía de estados y municipios, de sus fueros y derechos, el marco de sus competencias claramente definidas en la Constitución y la disposición de luchar sin tregua hasta despejar a la nación de los peligros que la acechan por los cuatro costados. Tienen razón quienes hablan sobre la trascendencia de este proceso. Es demasiado importante para cualquier comunidad la confianza en sus autoridades locales y regionales. La primera obligación de ellas es velar por el bienestar del ciudadano de la humanidad común, por las personas de carne y hueso que integran su jurisdicción. Lo otro, las “lealtades” a una causa nacional o internacional, a ideologías fracasadas o maquilladas al extremo de confundirse con lo que pretenden sustituir tanto a la derecha como a la izquierda, son coartadas para disimular mediante el engaño y la mentira, la vocación autocrática y totalitaria de quien dirige la ofensiva oficialista.
Hay y habrá problemas en las próximas horas y días. El salvajismo gubernamental, el uso y abuso del poder político y del dinero negro enrarecen peligrosamente un ambiente ya bastante podrido. Por otra parte, la escandalosa conducta del Consejo Nacional Electoral, rastrera y cómplice de las maniobras desesperadas de última hora a las que apelan los mercantilistas oficiales como agentes electoreros y las deplorables acciones y omisiones de las demás ramas del poder público, permiten visualizar situaciones difíciles que solo podrán superarse con serenidad y firmeza, con claridad y decisión, pero por encima de todo, con el coraje y valor que ha caracterizado a este pueblo cuando la historia ha puesta a prueba su temple. No tengo la menor duda. La cuanta regresiva empezó para el señor Chávez. El domingo vamos a acelerarla cuanto podamos. Esta semana es de La Chinita, nuestra patrona. El Zulia será protagonista del renacimiento libertador ¡“Canta Maracaibo canta, nunca dejes de cantar…”!
[email protected] Lunes, 17 de noviembre de 2008