Alerta: ¿Gavilán cuidando pollos?
Cuando vemos, escuchamos y leemos a los jerarcas del gobierno haciendo llamados estentóreos por el respeto a los resultados que anuncie el CNE sobre los alecciones del 23N, no dejamos de sentir una muy honda preocupación.
Todos sabemos el resultado de los sondeos de opinión realizados y publicados por diferentes empresas encuestadoras, en los cuales se da ventaja a los candidatos que lo mereces por su raigambre popular y por el conocimiento que tiene la población votante sobre sus ejecutorias y proyectos.
Igualmente conocemos la realidad de lo ocurrido con los números finales del referendo aprobatorio de la Reforma Constitucional y de la lucha que tuvo que darse, en varios frentes, para que al final solo conociéramos números parciales de la derrota de las aspiraciones continuistas del actual mandatario. También estamos al tanto de las maniobras realizadas en elecciones anteriores para torcer la voluntad popular.
Las encuestas son un medio científico para medir la situación de la opinión pública en determinados momentos y sus posibles proyecciones. Recibir una información, en el momento de los resultados, distanciada de esas inferencias estadísticas será un hueso muy duro de roer.
Debemos estar alerta ante las repetidas amenazas distribuidas a diestra y siniestra en el periplo que el actual jefe de estado y presidente del PSUV, al asumir todas las candidaturas. Atentos a que estas intimidaciones no vayan a convertirse en una espantosa realidad como consecuencia de un resultado adverso al oficialismo en estas elecciones regionales.
La mirada internacional está sobre nuestro país y hay una voluntad singular por defender los resultados reales de las elecciones que no podrán ser otros que los que resulten en las actas y en las auditorias correspondientes.
No nos queda otro recurso que ir a votar masivamente y esperar un comportamiento idóneo de los que tienen la responsabilidad de contar y totalizar los votos y a quienes hemos venido llamando, equivocadamente, árbitros.