Desde Isla borracha
Querido Comité Central y Centralizador:
Acá estoy cumpliendo las órdenes del Caudillo mío miíto, arrastrado en mi tristeza y comiendo casquillo de los que de la Asamblea me mandan. Estoy por el suelo, tengo rabiosa el afiche pisoteado del mozo amarillo que me avasalló y sojuzgó… lo maldigo y mil veces lo maldigo.
Me estoy tomando un Perfecto Amor morado como de luto serenado y un Cointreau nacional a falta de una maraquita de las de mi gusto.
Ruego al Comité en pleno por la difusión de una ruda cadena de platino bolivariano que me mencione hasta los tequeteques, que me haga revivir las cejas perdidas y me ilumine los labios mustios; del acné y de la calva ya se están ocupando los rojizos maquilladores del Canal.
Estoy contra el mundo todo, vil e injusto, cuando frustrada aspiraba en góndola bolivariana al cielo petareño que me ofrecía espernancado y boconazo el que me comanda.
Esta noche me despecho y canto agudo y desafinado porque sigo siendo el Rey sin melena.
Ya sabrán de mi, estoy hablando con Juanga para una presentación en El Poliedro de Georgito, del Poliedrito no quiero saber nada de ese BICHOCARIZADO e INMUNDO.
Con un besito socialista del Siglo XXI, me despido de la Venezuela de Todos moviendo alegremente el traserito.
Ciaito, nos vemos para la diputación que responde más a mi condición moral, donde me siento mas intima, si es que para ese día electoral no tengo el periodo vencido.
De UDS,
Giossi, la mal pérdida.
