VENEZUELA: la hedionda
En todo hombre dormita un profeta, y cuando se despierta hay un poco más de mal en el mundo. Emil M. Cioran
No me refiero en esta ocasión a la hediondez, a la podredumbre, a la descomposición, a la sentina, que destilan y emiten los actos de la Revolución y que, impunes y sin responsables, se traducen en guisos cotidianos, en coimas, sobornos, pagos de peaje, malversación de fondos públicos, utilización indebida de bienes nacionales para uso personal y familiar, en alimentos podridos, en medicinas vencidas, despilfarro y desfalcos. En fin, la Hacienda Pública Nacional es un jugoso botín para nuestros revolucionarios bolivarianos.
Me refiero más bien a la otra hediondez, a la pudrición, al hedor, al mal olor real y efectivo, al tufo, a la peste que habita en nuestras ciudades, villas y pueblos, en sus plazas, calles. avenidas, callejones y escalinatas. El que proviene de las ratas muertas, del orín de gato, del pupú de perro, de la basura sin recoger que se descompone al calor del trópico y de la lluvia torrencial para ser alimento favorito de moscas, roedores, gusarapos, alimañas, insectos y todo tipo de bichos, y fuente de enfermedades y epidemias: ¡Venezuela hiede!
A esta dantesca realidad de película de ciencia ficción, pero de verdadera realidad revolucionaria, se suma la ausencia de agua potable, de productos higiénicos y de limpieza: el jabón de baño y de lavar, el champú, los desodorantes, los perfumes, la pasta de dientes, el enjuague bucal, el hilo dental, el cloro, está alejados de las estanterías de nuestros mercados de cualquier signo y color: el venezolano – otrora limpio, oloroso y bañadito – huele mal, a remojado, es otro logro de la Revolución: el hombre sucio hecho en Socialismo.
Esta situación de creciente insalubridad tiene su correspondencia con el incremento de las enfermedades varias en niños, adolescentes, adultos y ancianos. En efecto, el siguiente listado es más que dicente:
Infecciones de la piel: Escabiosis (sarna, rasquiña), Tiña (jiote), Micosis dérmica (mazamorra), Impétigo (granos, ronchas), Furúnculo (divieso, tórsalo), Absceso (divieso, nacido), Dermatosis de contacto (rozadura, piel roja y escalada en nalgas y piernas de niñas y niños pequeños), Seborrea (caspa), Oxiuriasis (picazón en el ano), Infecciones de la piel causadas por piojos, ladillas, pulgas, chinches, garrapatas, niguas.
Infecciones de los ojos: Conjuntivitis infecciosa (mal de ojo), Conjuntivitis hemorrágica (mal de ojo), Orzuelo (Pispelo).
Problemas con la dentadura, encías y boca: Sarro, Caries dental (dientes picados), Absceso (postemilla, dolor de muela, hinchazón, pus), Gingivitis o piorrea (mal de las encías, hinchazón, a veces con pus y mal olor), Boqueras, inflamación en los labios (en las esquinas de la boca).
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