Como sea ¡pierde!
El tema de la reelección indefinida es algo que no me quita el sueño…
Imaginemos que el presidente pierda el referéndum, cosa bastante probable, pues las encuestas reflejan que casi el 70% de las personas rechaza la reelección indefinida sea quien sea el candidato. Volverá a repetirse el escenario del 2007, cuando a Chávez no le quedó más remedio que reconocer que perdió la enmienda. Gritará, pataleará, dirá que el resultado es obra de los golpistas, que por qué celebran si es una victoria de lo que ustedes ya saben, pero reconocerá su derrota, como reconoce y se echa para atrás cada vez que las cosas se le ponen difíciles. Por supuesto, con un ego tan sobredimensionado como el que tiene, solicitará un nuevo referéndum… pero el encanto, la esperanza y la paciencia del pueblo también tienen límites. Y nuestro pueblo no es como otros pueblos, que acostumbrados a pasar dificultades, esperan sin desesperar. Aquí todos queremos todo para ayer, porque a eso nos han acostumbrado los gobiernos, en particular éste que ha prometido tanto y que ha dejado insatisfechas tantas expectativas.
Por eso es que no me quita el sueño la posibilidad, por escasa que sea, de que Chávez gane el referéndum. Ya sabemos que están comenzando a presionar a los empleados públicos a firmar. Como en las elecciones pasadas, los amenazarán con que tienen cómo saber por quién votaron y aquellos que no voten por el proyecto caerán en la purga posterior. Harán listas «para otorgar casas» despues del referéndum; nunca antes, por supuesto.
Pero… ¿y después?… La repartidera de real, a todo perder, pues ha sido hecha a manos llenas pero sin crear riquezas, ha llegado a su fin, por ahora y sin asomo de que vaya a cambiar en el corto ni en el mediano plazo por la recesión económica que sufre nuestro principal cliente. Eso, aunado a la merma de la producción, la ineficiencia en el manejo de los recursos y la gigantesca corrupción en el sector petrolero, el presupuesto nacional calculado en base a $60 por barril cuando hoy está casi a la mitad, precipitarán una debacle económica que tiene nombre y apellido: Hugo Chávez, nadie más. Aunque haya otros responsables, que los hay, como Chávez ha sido «pitcher, cuarto bate y novio de la madrina» no podrá evitar que la gente lo culpe. Y se lo reclamará. Y buscará los mecanismos constitucionales para sacarlo del poder. Remember Carlos Andres Pérez…