Por más que inventen, NO es NO y será NO
¿Cómo los verán sus madres, esposas e hijos cuando llegan a casa estos diputados después del despreciable y obsceno espectáculo que están dando en la AN? Borregos.
El artículo 6º de la Constitución Nacional reza textualmente que: “El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables”. Y el Pequeño LAROUSSE Ilustrado define Alternativo como “Que se dice, hace o sucede con alternación. Que cambia de sentido periódicamente. Que ofrece una opción distinta a lo habitual u ordinario”.
Si bien es cierto que el artículo 340 de la constitución puede tener varias interpretaciones y que en definitiva es la Sala Constitucional del TSJ la que tenga la última palabra y su palabra, ya lo sabemos, es la del teniente coronel, no creemos que el artículo 6º tenga ninguna otra interpretación que la que textualmente se expresa en el mismo, por mas artificios, subterfugios, sofismas y cuantas argucias jurídicas se le ocurran tanto al ególatra como a sus secuaces, en especial el jurista del régimen, el “infalible” Carlos Escarrá. El legislador en la constitución del 99 dejó bien claro que la idea, la intención era de tener posibilidades reales de alternación del poder, y así lo remarcó en el texto del artículo 230 “el período presidencial es de seis años. El Presidente o Presidenta de la República puede ser reelegido o reelegida, de inmediato y por una sola vez, para un nuevo período”. Modificar este artículo en el sentido de la propuesta de enmienda solicitada por el teniente coronel felón, cambia radicalmente el espíritu, propósito y razón del artículo 6º que es uno de los nueve principios fundamentales de nuestra carta magna. Paro aun así la Asamblea Nacional, esa misma que se maneja como marionetas desde Miraflores, aprobará por vía expresa la propuesta inconstitucional de enmienda y el Consejo Nacional Electoral, ese que igualmente recibe órdenes del poder ejecutivo, se apresurará a fijarle fecha al referendo en cuestión. El pueblo en este nuevo acto de arbitrariedad gubernamental solo ha sido usado como utilería y obligados todos los empleados públicos y los beneficiarios de misiones a firmar una petición de respaldo a la enmienda. Gigante farsa. Una vez más un hombre quiere imponer su voluntad, sus caprichos, sus deseos a todo un pueblo, usando en forma descarada, ventajista, arbitraria, deshonesta, el poder que en un momento le otorgó democráticamente ese mismo pueblo. Traición de leso pueblo.
En todo caso pensamos que la discusión aun cuando debería darse en el plano constitucional o legal, de antemano se sabe que el TSJ tiene ya su decisión tomada y de nada valen argumentos ante magistrados que están al servicio del proceso y no al servicio de las leyes. Esa vía está cerrada por cuanto no existe Estado de derecho. La vía que le queda al pueblo es la de hecho. Ya se esta viendo como el militar que se cree mesías, indispensable, único, supremo, eterno, arrancó su campaña a favor de su propuesta, muchas horas de cadenas al día, muchas ofertas engañosas, mucha demagogia. Uso irrespetuoso, irreverente, falaz, acomodaticio, de las sabias palabras del Libertador. Ya se ha visto como se pretende tergiversar el discurso de Angostura. Todos sus ministros, sus diputados, sus gobernadores y alcaldes, sus asalariados, sus militares, sus magistrados, sus rectores, sus bandas armadas, sus camisas rojas, sus rastacueros, sus alabadores, ya se le han dado las instrucciones de hacer uso y abuso de todos los recursos del Estado para amedrentar al pueblo y obligarlo a votar a favor de la inconstitucional enmienda. Por eso, como decíamos en Paraninfo anterior el NO a la enmienda se le da en la calle. Hay que impedir por todas las vías que permite la constitución esta nueva burla. Sin miedo hay que tomar las calles, las plazas, los barrios, lo cerros, las urbanizaciones, los pueblos y caseríos, toda la geografía nacional, para evitar que se instaure definitivamente en el país una tiranía militar, fascista, comunista. Salvar a Venezuela de que un solo hombre se perpetúe en el poder y tengamos que acostumbrarnos a obedecerle sumisamente. Seguro estamos que el Todopoderoso esta dispuesto a no permitirlo, pero tenemos que poner nuestro grano de arena, nuestro esfuerzo, arriesgando lo que haya que arriesgar. Dios y la Patria nos lo premiarán.