¡Thanks Hugo!
Si el improvisado mandamás saca 27 sobre 100 en las últimas encuestas, el chavismo en materia de política petrolera durante estos quince años tiene sencillamente CERO! Imposible haberlo hecho peor; nunca la ignorancia y el desafuero se pudieron juntar mejor para tirar por los albañales el recurso dorado de una nación.
Pasó la bonanza y quedamos en la ruina. Finalizaron los años de las vacas gordas del petróleo. Fueron dilapidados por una PDVSA, que despojada de su capital humano, fue utilizada para subsidiar a Cuba, importar pollos, y entregarle la mitad de su ingreso nominal a Miraflores. Una mermada empresa que no supo ni pudo invertir y dejó caer en más de 800 mil barriles diarios su capacidad productiva. Por contraste, fueron años sabiamente aprovechados por países con menos tradición petrolera como Colombia, Perú o Brasil que aumentaron su producción y fructificaron los exacerbados precios del barril
Pero lo mas grotesco: ¿Saben con quien ha sido coincidente la estrategia petrolera del chavismo? Pues nada menos que con ¡el Imperio mismo! Contemos: el empeño rentista en presionar los precios hasta niveles impensados, como aquel de $150 en 2005, del cual se ufanaba el caudillo eterno, fue lo que permitió a los inversionistas norteamericanos implementar la tecnología de fracking de los costosos yacimientos de lutitas, que, con un precio menos ampuloso, jamás hubiese sido rentable. Con esa nueva producción EEUU redujo su dependencia petrolera en unos 4 millones de barriles diarios. Hoy, cuando acudimos lloriqueando a la OPEP a pedir recortes de producción para mantener el precio del barril por encima de 80 dólares, coincidimos de nuevo con los productores estadounidenses que presionan por niveles de precios que hagan rentable la explotación de las lutitas.
La ignorancia no sabe para quien trabaja…