El dorado para chavistas
El presidente, sus corifeos y sobre todo la masa de indiferentes o resignados a que esto siga, mientras no le afecte de forma inmediata y directa, pueden todavía darse el lujo de ver cómo se van hundiendo segmentos enteros de la economía, de las instituciones y los servicios públicos y concomitantemente la calidad de vida de los habitantes, afectados por esos distintos males de forma ofensiva y ya inaguantable.
Todo se reduce a un problema de cambio de cantidad en calidad. En cualquier momento: pueden ser días, semanas, meses o contados años, si creyéramos a la oposición electorera; se derrumba la estantería y aparecerá lo que se llama un ESTADO DE NECESIDAD, donde se haga impostergable la salida de esta piltrafa de régimen.
Cuando se vive encerrado para que a uno no lo abaleen en la esquina, cuando ves el paso del carro fúnebre con el cadáver de la muchacha que mataron en el fuego cruzado de la última batalla de pandillas, por reparto de botín, o la llegada con una brutalidad sin parangón, de la unidad policial que tenía 3 años sin venir al barrio, cuando ya no se tiene nada, porque el salario o lo que ganas por vender algo, no da para mantener los hijos, y pagar los recibos de pésimos servicios, o el alquiler, o colegio, o mecánico etc; cuando vives arrimado o con el crédito insolvente del banco encima, que tortura tus noches insomnes, cuando a pesar de haberte disfrazado de rojo como diablo de Yare, te han quitado la beca de la Misión, porque le caes mal al nuevo jefecito del consejo comunal, a quien denunciaste como ladrón, cuando ya no tienes ni agua, ni luz, ni lo poco para pagar a la que te cuida los niños, ni puedes pagar la guardería, cuando reúnes moneda a moneda para completar para el pasaje y te lo aumentaron y no tiene como pagar el regreso… entonces te acuerdas de la progenitora del mandamás y ya estás dispuesto a salir de esta pesadilla.
Faltará sin embargo que quienes puedan organizar la rebelión de todos, contra estos parásitos rojos que nos amargaron la vida, no anden de conchupancias y paciencias bobas propias de alcahuetes con el gobierno.
Sectores cada vez más numerosos estamos entrando o ya entraron en esa especie de sensación cotidiana de urgencias.
Todavía algunos podemos esperar y hasta emigrar quizá, si no nos queda otra. En mi caso es sencillo imaginar mi futuro. A los chavistas no les conviene amargarme la existencia antes de su caída, por cuanto no me imagino persiguiéndolos para exterminarlos, como sueñan muchos de quienes quieren venganzas, y ellos que empezaron a vislumbrar su drástico final, lo que les lleva a robar con un desespero inaudito, para ver como salvan su pellejo con billete en el futuro gobierno de facto o electo poco importa…
Mi plan es participar colaborando con un régimen democrático de amplias garantías incluyendo a los delincuentes.
Apenas si me tocara decidir me daría por satisfecho con dejarlos otra vez limpios y marginales, como cuando se hicieron del poder para enriquecerse hasta la obscenidad.
Hasta pudiera convencer a muchos de organizar para ellos, en lugar de mandarlos a la cárcel con penas de treinta años por prevaricación inverosímil y por delitos de lesa humanidad, un experimento social, en El Dorado u otras colonias, en el proyectado y por fin logrado, con esta idea: “Eje Orinoco-Apure” y asignarles un espacio suficiente para que produzcan su comida, su ropa y sus vehículos de transporte y trabajo de tracción con animales.
Sería el reino absoluto del trueque con el que sueña Chávez.
Se alumbrarían con fogatas y velas hechas con grasa animal, habría un stock de totumas, el jabón sería de cebo, conservarían sus alimentos ahumados o salados.
Como es imposible el menor grado de vida civilizada sin algunos productos, podíamos acceder a dotarles de Sal, fósforos, arados chinos como los que una vez mostró Chávez empujándolos, unos barriles de kerosén (para disfrutar viendo como lo racionan) y una dotación inicial de un millón de metros de tela roja, unos miles de sombreros de Zelaya y de animales domésticos y semillas (no olvidar las de mata de totumas y de soya para el mandamás.).
Allí pueden fundar su paraíso comunista, incluso pueden tener derecho a designar a Chávez como rey y de rodearse de su clan barines como la familia aristocrática. Y como único entretenimiento el gobierno venezolano les garantizará, enviados por el satélite chino de Chávez en canal único, grabaciones que serán vistas en pantallas comunales (funcionando a batería solar) con repeticiones del programa La Hojilla, de los Aló Presidente, discursos de Fidel, del borrachín Ortega y saludos Mahmud Ahmadineyad sin traducción.
A las puertas de esas colonias que tendrán una sola entrada para que la gente ni salga ni entren los millones que quisieran disfrutar de esa vida frugal, pondríamos la famosa frase de George Orwell en un gran letrero:
TODOS SOMOS IGUALES PERO HAY UNOS MAS IGUALES QUE OTROS.
PD. Como se quiere llevar a feliz término este plan de El Dorado para chavistas, se les agradece plantear iniciativas que coadyuven a tal fin. Hay que comenzar a imaginarse cómo será el pos- chavismo y qué hacer con estos malvivientes.