Gorila
El chafarote ha sucumbido por fin a la estrategia pacífica, democrática y electoral del amplio sector que representa la resistencia venezolana que lucha por vencer a la tiranía del siglo XXI.
La represión en fase de etapa abierta y bastarda en la que ha caído, no es como pueden erradamente pensar algunos, un plan serenamente diseñado por el despotismo para someter a los venezolanos por el contrario, responde a una reacción desesperada y apresurada, consecuencia de la estrategia opositora de ceñirse acertadamente a una línea de acción de resistencia cívica, permanente, inclaudicable, asfixiante, esencialmente democrática y desarmada. El gorilismo tenebroso ha intentado por todos los medios de obligar al país a bajar la cabeza ante él y aceptar su repugnante estilo y liderazgo para mandarnos a su barranco y al que conduce al país, y no encuentra más que rebelión y convicción de acero para combatirlo.
Esto es cada día más amplio y toca a estratos de la población que alguna vez salivaron sobre sus pezuñas disimuladas.
Tiene que ser muy frustrante para un gorila apretar a su presa, emitir su intimidante chillido ululante, alarmar con sus gruñidos agudos, reprender a placer con la manada armada y los plumíferos degradados en espalderos y verdugos, y los gestos de las víctimas sean cada vez más erguidos, henchidos de dignidad libertaria y disposición infinita a no doblegar el aliento ante la fuerza bruta y la simia barbarie.
Es muy probable que en alguna de las visitas a Cuba, el rey de los gorilas plateados le haya persuadido que no tiene caso seguir en uso de las amenazas y las tretas inocuas con que se ha estrellado para reducir la gigantesca insumisión de los que se manifiestan en su contra, que es la hora de la truculencia extrema, de la persecución en firme, de las cárceles colectivas, de la vejación y el terror con mayúsculas; que le urge detener sin demora y a cualquier costo, las manifestaciones y las incesantes protestas que se extienden como un vicio y que finalmente lo eyectarían del poder.
De cierta manera en la lógica gorila, la recomendación es ajustada a lo que será el desenlace, pero que a su vez, su uso, anidaría el mismo desenlace. El fracaso por detener el ascenso del rechazo a su gobierno con sus medidas, le debe ser satánico. Eliminó Rctv, logró la autocensura de otras estaciones de TV y sacó del aire más de 30 radios y esto no se ha traducido en una mayor audiencia para él.
De esa misma manera, va a operar la criminalización de las protestas y manifestaciones. Lejos de infligir miedo, que es lo que quiere, inocula coraje, ilusión y vitalidad en sus adversarios, mientras el fervor de quienes lo seguían se desparrama en la desilusión y se empoza en sentimientos de rechazo y desprecio.
Si posee alguna duda de que su nueva política del terror no es más que un acicate a hacer crecer el volumen de la rebeldía, que no mire la marcha del próximo sábado hacia la fiscalía, se podría quebrantar seriamente. Avisado, el evento no es apto tampoco para las gorilas hembras.