Deriva totalitaria
En estos últimos meses, el Presidente Chávez ha decidido claramente acelerar el ritmo de su marcha hacia un régimen neototalitario. El totalitarismo, de acuerdo a los estudios clásicos de Hanna Arendt en su “Orígenes del Totalitarismo” y de Carl J.Fiedrich y Zbibniew Brzezinski en “Dictadura Totalitaria y Autocracia”, se caracteriza por el control total y capilar de la sociedad por parte del Estado.
Un Estado que, a su vez, posee los siguientes rasgos: 1) Una ideología hegemónica, que debe ser indoctrinada a toda la población, empezando por los más jóvenes. Una ideología que siempre proyecta hacia el futuro una sociedad final perfecta. El “reino feliz de los tiempos finales” de los mitos milenaristas, por el cual vale la pena sacrificar unos pocos millones de personas de algunas generaciones. 2) Un partido único de masas, acaudillado por un líder carismático. 3) Un sistema de terror físico o psicológico a través del partido, la policía y organizaciones paramilitares civiles armadas, como las S.A en la Alemania nazi, las “Squadre” de Camisas Negras en la Italia fascista y los Comités de Defensa de la Revolución en la Cuba castrista. 4) El control de todos los poderes y las instituciones del Estado, en particular el Poder Judicial, por parte del caudillo y su partido. 5) El monopolio o hegemonía comunicacional, a través del control directo o indirecto de todos los medios de comunicación.6) El control y dirección central de toda la economía del país. En Venezuela, no estamos todavía en un Estado totalitario, sin embargo es evidente la deriva totalitaria del régimen. La clausura , sin derecho a la defensa, de decenas de emisoras de radio, curiosamente todas críticas del gobierno, el terrorismo judicial y fiscal en contra de Globovisión, el único canal de señal abierta con línea de oposición, las amenazas públicas de la revocación de su concesión y las múltiples agresiones violentas por parte de organizaciones de base chavistas. La introducción en la Asamblea Nacional, de una ley de delitos mediáticos, que hubiese acabado con la libertad de expresión y que sólo la reacción inmediata y contundente de la comunidad democrática, a nivel nacional e internacional, provocó, “por ahora” su retiro. Una ley de educación, preparada en secreto y que se está aprobando, sin consulta y en contra de la opinión de la comunidad académica, la Iglesia, los gremios docentes y las comunidades educativas. Una ley que esta copiada, en buena parte, de la ley cubana y se orienta hacia el adoctrinamiento de los jóvenes, con ese menjurje ideológico “marxistoide”, mal llamado Socialismo del Siglo XXI. La creciente militarización del Estado y la sociedad, y la politización e ideologización inconstitucional de la Fuerza Armada, simbolizadas por el lema obligatorio y necrófilo: “Patria, socialismo o muerte”. La aprobación de una nueva ley electoral, que cambia las “reglas del juego” político” y que en toda verdadera democracia se aprueba con el más amplio consenso político, en Venezuela fue aprobada hasta con la oposición de los pequeños partidos aliados del gobierno. Una ley que favorece descaradamente al partido del régimen. En fin, la creciente estatización, también inconstitucional, de numerosas empresas privadas diseña claramente la vocación totalitaria del chavismo. Para la comunidad democrática internacional: “Vigilia Pretium libertatis”