Planteles esperan años por obras de rehabilitación
Un olor a podredumbre recorre la Unidad Educativa Nacional Andrés Bello, en Antímano. Pocos lugares están secos: las aguas negras se abren paso entre los baños hasta la entrada de las aulas. Las paredes y pisos lucen agrietados por la humedad, mientras un montículo de pupitres rotos se levanta en el patio en el que Gustavo Golding, maestro de la escuela, acompaña a varios niños en sus prácticas de karate. El maestro lamenta que a una semana de empezar el año escolar, el plantel recibirá en muy malas condiciones a 1.380 alumnos de la zona.
La Presidencia de la República le asignó un presupuesto para su mantenimiento, pero hasta la fecha no ha habido más información, dijo Golding. La última vez que se hizo un trabajo profundo fue hace seis años.
«En enero la Zona Educativa ordenó desalojar las instalaciones para hacer las reparaciones, pero la comunidad se opuso porque no se tenía fecha de cuando culminarían y nos querían mandar al refugio de los galpones de Pasta Ronco», explicó.
Mientras que el plan de rehabilitación de infraestructura escolar del Ministerio de Educación ha cambiado el rostro de algunas escuelas tradicionales en Caracas que se encontraban en mal estado, aún existen planteles que urgen por atención.
El ministro Héctor Rodríguez señaló que en Caracas se invierten 325 millones de bolívares para la ejecución de 43 obras escolares: 4 construcciones nuevas, 36 rehabilitaciones y 3 módulos educativos. Sin embargo, en el sector Diego de Lozada, Los mecedores, llevan 2 años esperando que el ME inicie el arreglo de la Escuela Nacional Parroquia La Pastora. La sede luce igual de deteriorada que en 2013, cuando los 200 estudiantes fueron desalojados para una supuesta rehabilitación que nunca se realizó. Pedro Navarro, del consejo comunal, señaló que los vecinos han recogido 300 firmas que se entregarán la semana próxima para exigir la reparación inmediata.
Trabajos a medias. En la Escuela Nacional República del Ecuador, en San Martín, obreros frisan, pintan paredes y pisos, y limpian las áreas verdes. Un trabajador de la obra explicó que la rehabilitación solo tiene programado arreglos en la planta baja, pues los recursos que inicialmente eran para el piso de arriba se utilizarán ahora en la instalación de aire acondicionado en el auditorio.
En las aulas del primer piso las ventanas están oxidadas, las puertas de los salones rotas, los estantes en mal estado y las paredes sucias y rayadas.
El trabajador informó que las obras, responsabilidad de la Alcaldía de Libertador, presentan retraso por la falta de cemento. Los obreros indicaron que el proyecto se prolongará entre dos y tres semanas más.
La Unidad Educativa Experimental Nacional Luis Beltrán Prieto Figueroa, en la avenida Rómulo Gallegos, muestra una fachada mejorada y un nuevo edificio para la dirección del plantel, por los trabajos de remodelación de la Fundación Propatria, adscrita al Despacho de la Presidencia. Desde 2006 el plantel está en obras. En 2007 trasladaron a los estudiantes al Inces para recibir guías y la reparación no termina. El plan no establece arreglo de las canchas de básquet, fútbol campo y voleibol, que están en visible deterioro. Nelson Zambrano, ingeniero encargado de la obra, indicó que la escuela estará lista dentro de dos semanas.
En la Escuela Martínez Centeno, en Santa Eduvigis, no se observó movimiento alguno que indicara el inicio de obras. La misma situación ocurrió en el liceo Esteban Gil Borges, en Montecristo, y en la Unidad Educativa Nacional José Félix Ribas, en Sebucán.
La Federación Venezolana de Maestros realizó un recorrido por escuelas de Caricuao, Antímano, La Vega, San Bernardino, La Candelaria, El Valle, 23 de Enero y Coche en el que confirmó que la mayoría de los planteles aún presenta filtraciones y malezas, señaló María Teresa Clemente, secretaria de información de la FVM.
«El plan de rehabilitación solo ha sido de paños calientes. No se ven arreglos de envergadura», expresó.
