Recular el régimen, o nos reculan
Cuestión nada mala para los venezolanos, ojala lo hagan y alcancemos las normas mínimas de convivencia. Pronto se darán cuenta que el cierre de las fronteras con Colombia resultaría un disparate y agudizaría la crisis interna del país. Nos veríamos casi totalmente desabastecidos y seria más evidente la escasez de alimentos y manufacturas. Venezuela cada vez es más vulnerable y dependiente, a ello la llevó “la revolución”, la situación económica se enredada aunque los jerarcas del régimen estén jugándose la casi providencial subida del petróleo. Estamos en recesión y Chávez asevera que no, somos la veleta de Latinoamérica, embarcados en absurdos proyectos como el ALBA y con los restos de incoherencias que van quedando esparcidas en el camino del “proceso”. Las mentiras afloran a diario y asimismo mueren. El proyecto marco de la Ley de Educación comunista ya tiene muchos detractores, los disfraces y omisiones no les sirvieron para engañar a los venezolanos, será en los reglamentos donde se concretarían las normativas de la “formación” cubana y el ministro se constituiría en el comisario de la “ilustración”.
El hambre y escasez serán indetenibles y Chávez lo sabe, al igual que los Castro en Cuba llamando al pueblo a mayores sacrificios y trabajos, lo cual es un sarcasmo para quienes sobrellevan una dictadura sórdida.
En lo sucesivo será una lucha cuerpo a cuerpo entre el pueblo y el régimen que, quiere imponernos un comunismo a ultranza. Se acabaron los ambages ahora el Presidente deberá demostrarle a los organismos internacionales y al mundo entero que lo suyo sigue por los caminos democráticos, y que hay en Venezuela una democracia de desempeño. Ya no le bastará a Chávez con decir que fue electo en votaciones populares, y la OEA y los otros organismos internacionales, deberán intervenir honestamente ante los desmanes y violaciones que se cometen en el país. Tendrán que mirarlo tal cual es y no como pretenden venderlo con bondades y progresos inexistentes, financiados con los esquilmes a la bonanza petrolera.
Esto no nos excluye de la gran tragedia que hemos vivido y que actualmente se agudiza con la escasez de alimentos, medicinas y productos de primera necesidad. Lo que quiere el régimen es de una vez establecer un comunismo al calco del cubano. Están cocinándose las “leyes” en la asamblea mefistofélica que siempre a media noche es cuando aprueba las nuevas leyes, pareciera que de día la conveniencia no es posible. Todo por sorpresa como el caco que irrumpe en un hogar para robar a sus dueños; a oscura se planifica el “futuro” de la nación.
Pues rodilla en tierra deberá estar la sociedad civil, sino la reculará la “revolución”. Hay un escenario explosivo que difícilmente podrá evadir el oficialismo, a pesar de utilizar todos los métodos para mantener atemorizada a la población; la inflación corre como caballo desbocado y no habrá quien la detenga, el deterioro de la economía seguirá aún con precios del petróleo a $70. Es una coyuntura interesante y quizás beneficiosa para esta sufrida patria, podrían venir tiempos mejores si se aprovecha, si mantenemos una voluntad férrea para luchar en contra del comunismo. No hay disimulos y la suerte esta echada, o vamos directo a la cubanización o nos sacudimos del yugo opresor no permitiendo leyes que violen la idiosincrasia de los venezolanos, vulnerando lo poco que queda de democracia. Es tarea de todos devolverle la libertad a Venezuela, aunque los organismos internacionales tengan su cuota de compromiso y hasta el presente irresponsablemente no lo hayan asumido.
Si uno a uno, los ciudadanos se le plantan a las leyes que tratan de imponernos, no habrá autócrata que logre aplicarlas, ni revolución que barra los cimientos democráticos. Lamentablemente aquí no hay nada que discutir sino que no permitir. La resistencia se hace cada vez más imperativa para preservar la paz y la democracia. Bastante está deshecha Venezuela para continuar expoliándola, y prolongar la situación sería un suicidio. ¡O reculan o nos reculan! No os olvidéis