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Salud tampoco hay

La crisis de insumos esenciales para la subsistencia del ser humano en Venezuela ha mostrado otra cara del conflicto social: la ausencia de aglutinantes y equipos médicos que hoy apuntalan las denuncias de hambruna en el país.

Un conglomerado mal alimentado y sin ingerir dosis antitoxinas que alivien males corporales es presa fácil de epidemias y enfermedades que diezmen los moradores.

La Academia Venezolana de Medicina a principios del primer trimestre del 2014 fija posición ante declaraciones formuladas por el abogado Héctor Rodríguez, ministro de Educación, a mediados de enero en el cual denigra la capacitación de los galenos patrios graduados en universidades del país, para resaltar los conocimientos y experiencia de médicos integrales comunitarios provenientes de la isla de Cuba.

En esta exposición de principios la academia indica preocupación por la capacitación pretendida por tales alumnos en especialidades corporales.

La práctica cada vez más creciente de estos titulares ausentes de bastos conocimientos, rutina, unidos a la falta de insumos hospitalarios y módulos clínicos, lleva al país por una senda ensombrecida cuyos índices mortuorios en ascenso dan fe del consecuente perjuicio a la salud pública.

Tal es la situación de la adversidad que enfermedades erradicadas, paludismo, leptospirosis, leishmaniasis y tuberculosis, hoy están de nuevo presentes y repuntan las víctimas.

Al analizar la actual situación y los factores que inciden observamos que la Federación Farmacéutica de Venezuela solicita con carácter de urgencia el establecimiento de una política de importación de medicamentos, aparatos y enseres evitando alegres asignaciones de divisas, como en el pasado aconteció fraudulentamente en nombre del sector.

Freddy Ceballos, representante del gremio, indica que ya en el mercado no se consiguen pociones contra la hipertensión, los anticonvulsivos o la solución fisiológica, entre otros.

Si esto es de preocuparse, no menos lamentable son las declaraciones del presidente que aglutina a los distribuidores médicos.

El representante afirma que de 100 por ciento de las unidades en sitio, tanto en el área privada como estatal, la mitad no opera ya que no le asignan recursos monetarios necesarios para obtener partes y asistencia tecnológica necesaria. Las empresas del ramo se declaran en emergencia y advierten sobre el inminente cierre de sus competencias en corto tiempo.

Conforme reportan autoridades, en Caracas se han cancelado y pospuesto fechas para 40 mil operaciones programadas. La capacidad de suministrar tratamientos quirúrgicos, en los últimos tiempos, el 2012 y el 2013 ha disminuido considerablemente en un territorio donde las endemias aumentan.

Centros de atención clínica del estado han disminuido en el 2013, 8,147 operaciones en comparación con el 2012. Para este 2014 ha decrecido en comparación con la misma fecha pasada 2,917 camas. En materia de especializaciones para el mes de abril, 500 niños esperaban por cirugías del corazón sin conocerse a ciencia cierta cuándo el mal será tratado.

El hospital Clínico Universitario, reputada institución que se caracteriza por la utilización de tecnologías de punta en tiempos ya superados y galenos profesores universitarios decidió suspender el servicio de emergencia nocturno por la inseguridad reinante.

En hospitales y farmacias no suministran desde hace tiempo los preparados para enfermedades crónicas. La inmunidad de pacientes con cáncer o VIH se deteriora progresivamente por la inoperancia de dispositivos para quimioterapia y la aplicación de antirretrovirales.

La corrupción no podía estar ausente. Ante el Tribunal Supremo de Justicia instituciones han denunciado la existencia de contenedores proveniente de Cuba con productos vencidos. Ninguna institución administradora de justicia se ha pronunciado al respecto. A pesar del expediente presentado, parece que por razones políticas éste continuará engavetado y los reales en el bolsillo de la empresa estatal del Caribe a la cual se les adquirió los químicos genéricos curativos.

A pesar de que la Constitución no tiene enunciado referente a esta atención para los gobernados, la nación suramericana es signataria del Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, y consta en impreso del 10 de mayo de 1978 (Gaceta Oficial Extraordinaria Nº 2146 del 28-01-1978).

Cuando analizo las vicisitudes que padecen desde tiempo atrás los vecindarios, la indiferencia de las autoridades gubernamentales, el marco de impunidad que sobre hechos reñidos con las leyes vigentes cubren los jueces, la inoperancia del poder legislativo, pienso que avanzamos calculadamente hacia la barbarie por un procedimiento escrito en alguna parte impulsados por esclavistas intenciones.

No obtenemos nuevos conocimientos; por el contrario, perdemos los adquiridos en una suerte de borrón o pérdida de memoria iniciada por el gobierno de Hugo Chávez y continuada con igual vigor por Maduro Moros.

Los males de los venezolanos son varios, pero los correspondientes a la condición física parece que tendrán los enfermos que rezar o morirse para lograr su cura. El diálogo es el camino, pero tomar las calles parece ser la única esperanza.

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