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Gracias Fidel

Diez grandes enseñanzas históricas de lo que no debe hacerse en nombre del socialismo: el gran legado de Fidel Castro. En Ocasión de su 88 cumpleaños.

Para muchos, todo lo que hizo Fidel Castro como socialista, fue un gran disparate. ¿Y acaso el reconocimiento y estudio de la suma de desatinos hechos en nombre del socialismo, no es una gran enseñanza, un gran legado para los socialistas?

Ha sido Fidel considerado una de las grandes figuras políticas del Siglo XX. También Stalin y Mao lo fueron y de ellos, muchas cosas aprendimos los socialistas, sobre todo de lo que no debía hacerse si se pretendía contribuir al desarrollo de una nueva sociedad libre, democrática y socializada para todos los ciudadanos.

Aseguro y reafirmo, con toda responsabilidad y asumiendo todas las consecuencias, que la labor de Fidel Castro al frente del Partido, el gobierno y el estado cubano por más de medio siglo, nos ha enseñado, qué no debería hacerse si se quiere contribuir al futuro socialista en este o aquel país.

Y los cubanos, mientras no seamos capaces de desprendernos de todas las aberraciones del fidelismo hechas en nombre del socialismo, no estaremos en capacidad de impulsarlo aquí.

Algunos dirán que cuando la caída del campo socialista y el descontento popular desbordaba el malecón habanero, intentó algunos cambios.  Es verdad. También hay que decir que los llamó “un mal necesario”, que empezó a revertirlos en cuanto sintió el apoyo del petróleo venezolano con Chávez y que en 2005 dijo que la revolución solo podría ser revertida por los errores de los propios revolucionarios; pero en la práctica los dislates fundamentales siguen vigentes.

En el partido de la doble moral me acusarán de cualquier cosa, pero en voz baja, muchos  reconocerán, la justeza de lo que expreso. Raúl, que se ha visto obligado a tratar de arreglar los entuertos del hermano sin culparlo,  ni distanciarse demasiado, estará de acuerdo  con no pocas de las cosas que expondré.

No pretenderé en este breve artículo abarcar todas esas enseñanzas. Exponerlas y argumentarlas in extenso amerita un grueso libro que quizás algún día puedan escribir un grupo de autores. Me referiré a algunas, con las cuales sé que muchos estarán de acuerdo, porque de una u otra forma, varios compañeros las hemos venido exponiendo en nuestras críticas al “socialismo de estado”.

Estas son, a mi juicio, 10 de sus principales enseñanzas de lo que no debe hacerse.

1.- La concentración del poder absoluto en una sola persona, junto a la eliminación de los poderes independientes del estado, del estado de derecho y del sistema político democrático que debió hacerse más directo y popular. Acaso la más grande de todas las enseñanzas.

En Cuba se hizo y deshizo todo, según el buen parecer de Fidel Castro. Desde el mando único político-militar y la Reforma Agraria, las leyes, las carreteras y los pueblos, hasta la forma y contenido de cómo desarrollar la economía, la agricultura, la industria, la piscicultura y la pesca; la educación infantil, primaria, media y superior; la forma de estructurar el partido y las organizaciones de masas; la política exterior y  “el internacionalismo proletario”, la promoción de las revoluciones violentas al estilo de la “cubana”.

La lista se puede agrandar con hechos concretos donde estuvo siempre la determinación personal de Fidel, desde la Crisis de Octubre que puso al mundo al borde del holocausto nuclear hasta los colores de los uniformes escolares, la zafra de los 10 millones, el cordón de La Habana, la siembra de café enano, los gigantes planes ganaderos y lecheros todos enfermos de voluntarismo; los círculos infantiles para recién nacidos, el sistema de becas permanentes para todos los estudiantes posibles, la Secundarias y Pre-Universitarios en el campo,  el envío de miles de tropas y armamentos a conflictos lejanos, la homofóbica UMAP, el Quinquenio gris, la represión de las actividades religiosas, la entrega de información al enemigo que sirviera para detectar una red de agentes secretos, la Primavera Negra de 2003, y un gran etc.

2.- La expropiación forzosa, estatización -nunca socialización- de toda la propiedad  grande, mediana y pequeña y su concentración en el estado, a un nivel nunca logrado por el capitalismo.

3.- Mantener la explotación asalariada en las empresas estatizadas, con lo cual se mantuvo la esencia del sistema capitalista, solo que para el estado. De ahí la deriva hacia el capitalismo monopolista de estado.

4.- Eliminar y reprimir  por medio de la violencia, en sus diferentes formas, a toda la oposición, de cualquier color, mantener un único partido y eliminar la libertad de asociación.

5.- Controlar para el estado-partido-gobierno todos los medios de información  y comunicación, impidiendo la libertad de expresión.

6.- Considerar “burgueses” los derechos humanos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en los pactos sobre derechos económicos y sociales y civiles y políticos, que son el resultado de las luchas sociales desarrollados durante siglos por las diferentes fuerzas revolucionarias de distintas épocas.

7.- Eliminar las formas de trabajo libre, asociadas o no, de tipo autogestionarias, -las propiamente socialistas-,  e impedir con las políticas estatales su libre desarrollo, especialmente las formas cooperativas, mutuales y el trabajo por cuenta propia que no explota trabajo asalariado.

8.- Considerar el mercado como un engendro  capitalista que debe ser controlado en función de los intereses del estado, en lugar de permitir su más amplio desarrollo y de prohibir, sí, todas las formas de monopolio privado o estatal que traten de amarrarlo a estrechos intereses.

9.- Pretender exportar “la revolución socialista” e imaginarse con plena impunidad internacional  para actuar al margen de los convenios y marcos aceptados por la comunidad de naciones.

10.- Desconocer las leyes generales del desarrollo económico-social y creer que el capitalismo y el imperialismo podrían ser eliminados de la faz de la tierra voluntaristamente por la acción violenta de los revolucionarios.

Hay que agradecer a Fidel Castro que nos haya permitido conocer lo que nunca más debemos hacer los socialistas.

Con todo respeto, sinceramente, sin hipocresía alguna, de frente: Gracias Fidel.

Viva Cuba Libre. Socialismo por la vida.

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