¡Hombres con convicción y con visión de desarrollo!
Es lo que necesitamos; así me dijo un cabimero a las doce del mediodía en la plaza Bolívar de Ciudad Ojeda. Si, amigo Muñoz, ya que a usted le gusta echar pluma, escriba en su columna lo que le voy a decir: “A la Costa Oriental del Lago, desde hace tiempo le ha caído una especie de mabita, que empezó con unos tipos, ¡son mas de uno! (espetó enfático), especialistas en ganar elecciones pero que han resultado ser gobernantes del montón, sin obras de trascendencia que exhibir. Y nosotros somos en cierto modo culpables, porque contribuimos para que se montaran una y otra vez sin que les solicitáramos cuál era su visión de desarrollo, o que nos rindieran cuentas, y es lo que nos ha conducido a todo esto que hoy luce agravado por las tropelías que está cometiendo el Gobierno nacional, sin que ninguno de ellos diga ni pío, ¡claro!, no lo hacen porque saben que tienen rabo de paja y temen que se les abra alguna investigación a su gestión…Sin meterme en lo profundo. Pero de ser necesario, lo haré, (continuó esbozando el señor); los lideres gobernantes que hemos tenido no han sido visionarios ni capaces de pensar en lo que todavía no existe en la COL en materia de desarrollo, como lo hizo John F. Kennedy al imaginar al hombre pisando la luna casi una década antes de que ocurriera, o como hizo Henry Ford con la concepción de un nuevo sistema de transporte para el gran público, o como hizo Jaime Lerner al convertir a Curitiba en la ciudad que se ha colocado en el primer plano de referencia en el mundo en cuanto a planeación urbana, transporte, cuidado del medio ambiente, y programas sociales. Aquí las acciones han sido generalmente reactivas con el agravante de que los lideres gobernantes relegan a la inteligencia; tú puedes ser un ciudadano muy profesional, capaz, conocedor indiscutible de cosas que todos sabemos que hay que hacer, pero eso no vale, tus cualidades comprobadas no son suficientes para que te llamen a participar, a ellos les interesa ellos, y exprimir al máximo el cargo que el pueblo les dio con el voto, pues piensan que al final nadie les va a pedir rendición de cuentas…Aún sigo sin meterme en profundidad. Date cuenta, (siguió diciéndome), si algún acucioso se pusiera, por ejemplo, a sumar de los presupuestos la cantidad de dinero que se le ha “metido” a esas cosas que tu nombraste la semana pasada, es decir, las aceras, brocales, cloacas y drenajes, te puedo asegurar que al sumar el total, esa persona pensaría que dichas obras deben ser monumentales y que durarían per sécula seculórum, pues lo que se les ha invertido ha sido de tanto valor como el del mismo oro… Sin noción del desarrollo. Hasta ahora lo realizado por nuestros lideres gobernantes (prosiguió, mirándome fijamente), han sido pañitos tibios con visión de corto plazo, ignorando que el desarrollo es un concepto con perspectiva de largo plazo y que abarca varias dimensiones: humana, social, económica, ambiental e institucional apoyadas en hechos reales: crecimiento industrial, aumento y mejoramiento del hábitat y vivienda, inserción en el sistema educativo, desarrollo de actividades culturales, seguridad ciudadana… Mentalidad rentista. Lo que pasa Muñoz, (me afirmó), es que nuestros lideres gobernantes solo se han limitado a malgastar los recursos provenientes de la renta petrolera, porque definitivamente, no han tenido ni tienen convicción ni visión de desarrollo”. Miró su reloj y me dijo: “escríbalo Muñoz, que eso es así”. Y sin mediar más palabras, dio media vuelta y se marchó, dejándome con la inquietud ¿Cuánto habrá de cierto en todo esto?…