A que no le echas gas del bueno a Obama
Nuestro primate ya no es el mono Capuchino del 94 que andaba predicando la abstención electoral, ni el carismático chimpancé que logró aglutinar una mayoría representativa de casi todas las corrientes de pensamiento en el 98, con su compromiso de luchar contra la corrupción, la exclusión y la injusticia. Ahora ya se presenta como el gorila que siempre escondió tras la fachada falsamente democrática y humanista con que engañó al 80 % de los venezolanos, logrando un valioso respaldo que despilfarró, al igual que cerca de ochocientos mil millones de dólares que han ingresado al país en estos diez años de fracasos y siembra de odios, promoviendo ese mismo modelo en otros países del mundo y aliándose a lo peorcito del fascismo actual.
Dos quinquenios tras los cuales no ha podido ganarse a los obreros, a los profesionales, a los empresarios, ni a la intelectualidad, de la cual forman parte esencial los estudiantes, esos a los cuales ahora ordena echarles «gas del bueno», con similares intenciones criminales a las que tuvo cuando ordenó activar el Plan Avila, echarle los tanques a una pacífica y multitudinaria manifestación que le demostraba su repudio. Sólo permanecen a su lado los incapaces que aprovecharon al portaaviones para llegar a la Asamblea Nacional, donde pagan el favor obedeciendo acríticamente, los falsos empresarios que drenan el erario público con sus obras cobradas y sin construir, con sus sobreprecios en las negociaciones con el Estado y la reventa de dólares que les facilita CADIVI, tan exigente y estricta para con los que utilizan sus cupos en dólares viajeros por los cuales pagan en efectivo y sin crédito. Y por supuesto, a su lado permanece ese lumpen dispuesto a cometer cualquier fechoría a cambio de más promesas, y su mensual asignación a través de alguna de las misiones que sirven de fachada a la irresponsable repartidera que hace las veces de dar pescado sin enseñar a pescar.
En su obsesión, mal disimulada, por copiar el estalinista modelo cubano, no sólo impone los slogans e inunda a Venezuela de mercenarios que se ocupan de espiarnos y engrasar el engranaje de control social que incluye el funcionamiento de la ONIDEX, desde la cual distribuyen primeras, segundas y hasta terceras cédulas a extranjeros y camaradas, sino que mantiene la infantil tesis de que «el Imperio» es responsable de todo lo negativo que ocurra en nuestros países. Nuestros gobernantes son descendientes directos de Poncio Pilatos, se lavan las manos ante el desastre que ocasionan, y endosan las culpas de absolutamente todo al imperio, imprescindible para quienes sólo saben prometer y reprimir, como Fidel y su «hijo» Chávez. En su tizana ideológica imagina que el hecho de ser el resultado del mestizaje obliga a actuar como demagogo Orwelliano, y ya que desde su condición de zambo él escogió someter a los venezolanos bajo el yugo del estalinismo caribe, llegó a creer que un descendiente de negros debería mostrarse resentido como él y sumarse al proyecto que apuntalan esas joyitas del mal gobernar y rendir culto a la violencia, tales como Mugabe, Daniel Ortega, los Kirschner, Putin, Admadinehad, las FARC, la ETA, y el pana Saddam Hussein ya fallecido, que si estuviera vivo sería también socio del ALBA y frecuente invitado al Teresa Carreño.
El domingo 18 y el martes 20 de enero tuvieron lugar un Concierto en homenaje a Barack Obama y su juramentación como 44º presidente de los EEUU, la primera potencia mundial. En el primer evento, un concierto impecable, variadísimo y de elevada calidad, habló 5 minutos, en su juramentación le tomó 18 el discurso. En ambos casos fue respetuoso con sus adversarios, y con ánimos de genuina inclusión se refirió a la necesidad de unir en un clima de respeto y solidaridad, a los blancos y los negros, a los pobres y a los ricos, a republicanos y demócratas, a heterosexuales y gays. Una profunda brecha separa a este político de Chicago, ahora enfrentado al reto de ejercer como estadista y cumplir su oferta de cambio en democracia y apuntalando al sistema capitalista, para cubrir los aspectos sociales en que presenta fallas, del militar que inició su vida pública con un sangriento y fracasado golpe, promovió la abstención y pretendió que desecháramos la política y los partidos para entregarnos ciegamente en sus manos de iluminado y poseso, en un constante clima guerrero donde ordena eliminar a quienes piensen distinto, para establecer una sucursal del drama cubano en nuestras tierras. Obama, que no es negro sino mulato, ya que es hijo de un negro de Kenya y una blanca de EEUU, un mestizo, lo más indicado para una transición tan trascendental en un país que viene de sufrir la discriminación racial por siglos, hasta alcanzar los episodios de Rosa Parks y Martin Luther King en los sesenta, el gradual desmontaje de la estructura racista, que culmina en esta extraordinaria muestra de madurez y amplitud democrática, representada por la elección de un mulato a la presidencia de la primera potencia económica y militar del planeta.
Mientras tanto, nuestro Pinochet local profundiza su prédica de odios basados en la condición económica o el color de la piel, cultiva y fertiliza los resentimientos de los más desposeídos, mientras los mantiene en las mismas condiciones de marginalidad que los hacen víctimas de su demagogia, de su clientelismo, de su vendetta personal. Aunque afortunadamente ha disminuido el número de los incondicionales de este fenómeno de la antipolítica, así como el carisma que de él emanaba, de modo que halló la horma de su zapato cuando le rechazaron la inconstitucional Reforma el 2D, y va a encontrar de nuevo esa horma, cuando fracase su narciso capricho de deformar la Carta Magna para introducir el rasgo que más envidia de Fidel, la Reelección infinita, ese tetero piche que ahora trata de endulzar con la ampliación de esa aberración antidemocrática para todos los cargos de elección popular, y redactando la pregunta del referendo de modo que esconda sus verdaderas intenciones de mantenerse en un trono hasta su muerte, lo más irrespetuoso al legado del Bolívar Libertador y democrático que se haya propuesto jamás. «Nada hay tan peligroso como dejar permanecer a un mismo individuo en el poder; él se acostumbra a mandar y el pueblo se acostumbra a obedecer, de donde se originan la Usurpación y la Tiranía». ¿NO es así.?