NO NO NO NO, María Cristina que NO que NO
La desesperación ha sido intensa en la Nomenklatura roja rojita, desde que se conocieron los resultados de las elecciones de Gobernadores y Alcaldes del 23 de Noviembre. Aunque obtuvieron más votos, los oficialistas saben que la Oposición gana en los Estados con más población e infraestructura urbana, que la mayoría eligió en las Alcaldías Metropolitana y de Sucre, y en las Gobernaciones de Carabobo, Zulia y Táchira a opositores, y que ninguno de los abanderados electos entre las opciones chavistas tiene atractivo propio, lo que establece un panorama muy triste para el futuro inmediato del falso Socialismo del siglo 21, especialmente si consideramos que la absoluta mayoría de quienes hoy aparecen como seguidores del chavismo, vienen de ser seguidores de AD y Copei, y ya se hartaron de no verle el queso a la tostada con esta revolución que estimula la Corrupción, la Inflación, el Desempleo y la Inseguridad.
Si a ello le sumamos la caída en los precios del barril petrolero, que disminuirá en un 60 % los ingresos del país, la situación se torna peor aun, ya que el grueso del respaldo electoral que ha mantenido a Chávez como atractivo para ese conglomerado que lo sigue, proviene de la irresponsable repartidera a través de la pantalla de las muy demagógicas misiones, y del todavía más irresponsable reparto de dinero y promesas, a cambio del voto. La falta de escrúpulos del portaaviones en plena oxidación lo llevó a sustraer doce mil millones de dólares del BCV, para mantenerse en el rol de Santa Claus electoral, aunque con ello debilite a nuestra moneda y a la tambaleante economía (básicamente de puertos, pues mediante costosas importaciones ha tenido que compensar por todas las empresas productivas que debieron cerrar o reducir su producción, ante el embate de los enemigos de la iniciativa privada y del trabajo).
En cualquier país medianamente normal y civilizado, un presidente a quien le restan cuatro años de su segundo gobierno, con muy escasa obra qué mostrar y demasiado dinero despilfarrado a lo largo de diez años, también dilapidados en estériles confrontaciones politiqueras, se habría dedicado a tiempo completo a tratar de gobernar bien, de modo que su balance final fuese aceptable ante sus conciudadanos y el mundo. Pero de forma insólita y desvergonzada propuso inmediatamente que todos sus seguidores se entregaran exclusivamente a la tarea de enmendar la Constitución para, otra vez, introducir la posibilidad de la reelección perpetua para el imprescindible Narciso, mal acostumbrado a exigir que se le cumplan los más disparatados caprichos.
Y el país, asombrado, fue testigo de la desfachatez con que abusó de las cadenas de Radio y TV para promocionar su inmodesto «Uh Ah YO no me voy», obligando a los gobernadores y alcaldes rojos rojitos a dejar a un lado las funciones para las cuales fueron electos, y dedicarse únicamente a trabajar por la reelección del falso mesías. Como ese caramelo es demasiado amargo y ya fue rechazado el 2D, a regañadientes aceptó ampliar el antidemocrático e inconstitucional capricho reeleccionario para todos los cargos de elección popular (a lo que antes se había opuesto, argumentando que con ello se formarían «caudillitos locales», como si un «caudillote nacional» no fuese más peligroso aun).
El 23N demostró dos cuestiones importantes; 1. Que en la Oposición hay líderes con creciente respaldo electoral y capacidad para gobernar con eficiencia y amplitud, 2. Que en el Oficialismo los líderes esenciales emergentes fueron derrotados, lo que deja absolutamente solo a Chávez para cargar ese proyecto bacalao que pretende hacer pasar como Socialismo del siglo 21, cuando es una vulgar copia del fracasado fidelismo que mantiene a Cuba en graves condiciones. Que Ledezma, Ocariz, Capriles Radonsky y Salas Feo hayan derrotado a los súper delfines Aristóbulo, Jessy Chacón, Diosdado Cabello y Mario Hojilla Silva, deja en absoluta orfandad al sector oficial, obligándolo a hacerse el amargo harakiri político de exhibir a Chávez como el único limón al cual deben seguir exprimiendo, aunque ya no dé el mismo jugo que en sus primeros años. Si los pesos pesados del PSUV mordieron el polvo de la derrota ante representantes de la mal llamada cuarta república, es negro el porvenir para cualquier otro candidato rojo rojito en futuras elecciones, especialmente si mantienen el nivel de incapacidad que hasta ahora han demostrado en funciones de gobierno, y por otro lado, el electorado compara los resultados tangibles de los gobiernos eficientes e inclusivos de los recién electos Gobernadores y Alcaldes opositores, que inclinarán la balanza a favor de la escogencia de otros opositores en futuras confrontaciones electorales, ya que este gobierno rojoide ha sido malo, en su versión actual y en su versión de gobierno anterior. Son diez años ya de puro discurso maratónico, de insultos y promesas, de charlatanería cansona y hueca.
Lo anterior explica que se lancen todos a promover la reelección de su única ficha con algo de carisma remanente, y para contrarrestar el irresponsable abandono de sus funciones por parte de los gobernadores y alcaldes chavistas, todos reclutados para la campaña por el patético y desesperado SI, simultáneamente impiden que la oposición desarrolle sus planes de gobierno en donde la mayoría popular los respaldó. Desvalijar e invadir las oficinas, a la vez que impide que los funcionarios de oposición trabajen (y con ello demuestren que son eficientes para sus respectivas jurisdicciones), tampoco permite investigar los guisos ocurridos durante las gestiones revolucionarias, al estilo de contratar a miles de activistas del PSUV para que actúen como bandas de choque al servicio del Führer y cobren su quince y último, desangrando presupuestos necesarios en servicios, algunos de los cuales fueron arrebatados desde Miraflores. El chavismo continúa llamando pueblo exclusivamente a sus incondicionales, irrespeta la voluntad expresada por los opositores, que también son pueblo y no exigen que les paguen para ejercer su ciudadanía.
Aunque la cínica propuesta inicial de Chávez (emulando a Monagas, Gómez y Pérez Jiménez) refería directamente a la enmienda para simplemente permitirle a él ser candidato presidencial sin los límites que contiene la Constitución en su estructura fundamental, ya que la Alternabilidad es uno de los pilares básicos de la Democracia, el enorme rechazo que levantó le obligó a incluir a los otros cargos, buscando que la codicia política de algunas individualidades los llevara a promover la aberrante enmienda. Y aun así, el rechazo persistía. De modo que tuvieron que redactar la propuesta en forma enrevesada, para tratar de lograr algún apoyo entre los más fanáticos y menos entendidos, escondiendo el anzuelo de la reelección perpetua, a la que Bolívar se opuso, tras la carnada de «la ampliación de los derechos»…. A los que se tragan ese anzuelo totalitario les recuerdo la sentencia bolivariana; «Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción». NO lo olviden. NO caigan en esa trampa. NO contribuyan a la consolidación de una dictadura militarista y autocrática. Ya le dijimos que NO y volveremos a responderle NO a su desvergüenza. En Democracia la Alternabilidad NO es negociable. En Democracia NO se le impide el paso a las nuevas generaciones. La Democracia NO es compatible con el pensamiento único. En Democracia NO existen los individuos imprescindibles.