La lucha sigue
Escribo estas líneas antes del 15 de febrero, por tanto desconozco, obviamente, el resultado del referéndum. Pero, cualquiera haya sido el desenlace de la votación, la lucha política seguirá. De acuerdo a todas las encuestas serias, el país está dividido en dos grupos más o menos equivalentes. Sin embargo, recordemos que el Presidente Chávez obtuvo en las elecciones presidenciales del 2006 casi el 63% de los votos, mientras que en las recientes elecciones regionales el chavismo logró escasamente el 52%, perdiendo en la capital y en los estados más poblados y relevantes del país. Todo esto lo logró la alternativa democrática a pesar de sus divisiones y de no contar, por ahora, con un liderazgo claro y consolidado. Además, el resultado obtenido por el NO, ganando o perdiendo, hay que subrayarlo, se habrá logrado no obstante que los demócratas venezolanos se enfrentaron al uso y al abuso ilegal de todo el presupuesto nacional y de todas las instituciones del Estado en la campaña electoral. A esto habría que agregarle la descarada intimidación de los empleados públicos. Todo lo cual significó el más obsceno “ventajismo” que gobierno alguno haya utilizado, desde la caída de Pérez Jiménez. Además, cualquiera haya sido el resultado, se obtuvo al final de la época de oro del chavismo, cuando se disfrutó de los más altos y sostenidos ingresos fiscales de la historia de Venezuela. Si con ese dineral un gobierno, con todo el poder del Estado a su disposición y diez años de tiempo, logra sólo obtener el apoyo de más o menos la mitad del país, es evidente que ha sido de una incapacidad y una ineficiencia descomunales. Podemos imaginarnos cómo gobernará en la época de “vacas flacas”, que se avecina. El sol está a las espaldas de Chávez. El caudillo, ya no puede ocultar su vocación totalitaria, de clara matriz castro-comunista. San Agustín decía que los humanos tenemos tres clases fundamentales de deseos: la “libido sentiendi”, la “libido cognoscendi” y la “libido dominandi”. La “libido dominandi”, la concupiscencia por el poder de Chávez es espantosamente patológica. Con todos los problemas que tiene el país, lo que se le ocurrió a Chávez es llamar a un referéndum inconstitucional, que implicó el gasto inmoral de centenares de millones de dólares y una enorme cantidad de horas de trabajo y de clases perdidas, así como la suspensión de inversiones y una baja considerable de la actividad económica. Todo esto para satisfacer la insaciable “libido dominandi” del caudillo”. Si el NO ganó, la lucha sigue, porque Chávez inventará, en un futuro más o menos cercano, algún otro mecanismo (Asamblea Constituyente, otra enmienda etc.) para reproponer su obsesiva pasión por el poder, pero lo tendrá que hacer “herido en el ala”, con la magia carismática en crisis .El sedicente Mesías y “salvador del pueblo” requiere, para mantenerse en el poder, de un abrumador apoyo popular, que ya no existe. Si ganó el SI, la lucha sigue, porque de todos modos, Chávez habrá bajado su votación considerablemente, desde su reelección en el 2006. Su “curva” va bajando, mientras la de la alternativa democrática seguirá subiendo. Por eso, tuvo prisa en llamar a este referéndum .Si no se cruzaron las curvas esta vez, será en un futuro bastante cercano. La alternativa democrática tiene, desde ya, que empezar a trabajar en las candidaturas unitarias para las próximas elecciones de concejales y, sobretodo, para las cruciales elecciones parlamentarias del año que viene. La lucha sigue, pero la alternativa democrática es el futuro.