Ganó Fidel
Fidel Castro lo dijo anticipadamente, Chávez debía ganar para continuar con la “revolución cubana”; de esta manera se impuso el voto peregrino o mejor dicho mercenario. Una prueba más de cual será nuestro rumbo. Atentos aquellos individuos que le deben hasta los calzoncillos a su comandante. Venezuela es otra a partir de ahora, nada de ilusiones, serán realidades trágicas las que vendrán para ellos. Ya nosotros conocíamos sus intenciones, aunque esperábamos otro desenlace con el triunfo del No. El provecto Fidel mientras esté vivo, mandará en la Patria de Bolívar o en la que una vez fuera suya y quizás nuestra.
En adelante, estaremos al corriente si esas tantas “victorias” electorales de Chávez, fueron producto de su liderazgo, atadas a su abusiva propaganda y despilfarro, o sólo las dos últimas condiciones fueron fuente de estos “éxitos”. Descubriremos a los rufianes de la V republica con nombre propio, cuando la dolorosa coyuntura económica mundial, nos ponga de cara a la verdad y el régimen no pueda seguir mintiéndole a la gente.
Habrá cambios en la sociedad venezolana de palmaria trascendencia, seremos Vene-cubanos y africanizados súbditos de un régimen inescrupuloso.
Con este triunfo castrista fenece “la oposición” y algunos de sus dirigentes rotos, “dirigentes” que hace mucho tiempo dejaron de serlo y ellos mismos no se han dado cuenta, que no representan a nadie. Será muy lamentable cuando empecemos a transitar la realidad, tanto para oficialista como para disidentes, cuando nos digan que por razones de la recesión económica somos unos menesterosos y que los reales no alcanzan por culpa de quien sabe quién. Cuando escaseen crecidamente los productos de la dieta diaria, cuando no hallemos ni el papel toilette, cuando la inflación sea mayor a dos dígitos, cuando tengamos que hacer colas portando una libreta de racionamiento. Miraremos días de solsticio y de terror, días menguados y de tristeza, que únicamente los resolverá el pueblo venezolano si logra comunicarse con sus dirigentes naturales, y no como acaba de ocurrir con la destartalada “oposición” que, no aporta nada con sus mismos histriones de siempre. Cuando tengamos un movimiento estudiantil renovado, vigoroso y combativo, que esperamos sea pronto. Actualmente para los jóvenes, las oportunidades de partir están menguadas porque las migraciones al exterior serán cada vez más peliagudas, y tendrán que quedarse en sus lugares de nacimiento y crianza, o será oneroso para los padres que ya los mandaron al exterior, continuar manteniéndoles. Será aquí donde se librarán las luchas por la libertad. Será Venezuela el punto de encuentro y desencuentro, cuando los forasteros que se hicieron más ricos en estos diez años y opíparamente se apersonaron en la “revolución”, se percaten que el rumbo es distinto al de Pérez Jiménez, a quien le gustaba el florecimiento de la infraestructura física del país. Darán al traste con su devoción militarista y de “orden público” que les produjo pingues ganancias. Cuando el propio comandante se entere que con el lumpen no se hace revolución, ni con mercenarios se hace patria.
Será tarea de ese movimiento estudiantil, cual deberá asumir la verdadera disidencia, no sólo en momentos de elecciones sino en las calles como sus escenarios naturales y no frente a las cámaras de televisión. Que los premios los obtengan reconstruyendo silenciosamente la patria, y no pomposamente con la “gloria” que dan los galardones artísticos. Cuando sus competencias sean reales y no personales. Cuando se sientan consustanciados con el país y no con los partidos políticos, y atraídos por los cargos públicos sin haber librado una batalla en el campo reivindicativo, será un movimiento autentico, cuando afronten faenas abnegadas y de sentimientos elevados.
Cuando Venezuela cuente con una disidencia carbonaria y con deseos de vencer en el día a día, habremos alcanzado organizar una resistencia, única vía para volver a la democracia y libertad. Necesitaremos de gente que esté dispuesta a la entrega, al sacrificio, para poder convencer en el campo que nos imponga el trabajo entre las masas.