Herido y peligroso
El régimen venezolano se ha mantenido por 15 años sobre la base, fundamentalmente, de cuatro pilares: un caudillo carismático, una abundante y sostenida chequera petrolera, un fuerte apoyo popular y la carencia de una alternativa de oposición unida y creíble. El primero se fue de este mundo. El segundo es insuficiente. El tercero sufre una relevante y acelerada caída. En las últimas encuestas serias el apoyo al gobierno, por primera vez en 12 años, está por debajo del 30% y los que se definen de oposición superan por unos pocos puntos a los sostenedores del gobierno. La mayoría de los chavistas se ha pasado al sector neutral en cuanto a identificación política, pero piensa cada vez más como la oposición. La alternativa democrática, aun con sus diferencias tácticas y personales, está en bastante mejores condiciones que en el pasado. El despilfarro, la ineficiencia, la corrupción, la incapacidad y sobretodo la ceguera ideológica del régimen ha producido una creciente crisis socioeconómica caracterizada por recesión, inflación galopante, grave desabastecimiento de bienes de primera necesidad y escasez de productos en general, devaluación brutal de la moneda, desempleo, inseguridad, aumento de la pobreza, cierre de industrias y colapso en los servicios públicos y la infraestructura.
Frente a esta situación y a las protestas generalizadas que la crisis ha generado el régimen ha optado por el aumento de la represión, la criminalización de la oposición, a través de un cada vez más descarado terrorismo judicial, el cerco a los medios de comunicación independientes con intimidación, asedio fiscal, “escasez de papel” y “ofertas” de compra. El régimen está herido de gravedad, pero como todo animal salvaje se hace más peligroso y agresivo. En estos días se crearon las “Brigadas especiales contra las actuaciones de los grupos generadores de violencia” (BEGV), adscritas al Ministerio del Interior. Las BEGV son una mezcla de las SA nazi de Ernst Röhm y los CDR castristas. Estas Brigadas acompañarán a la Guardia Nacional y a los llamados “colectivos” civiles armados- que se parecen a los “Batallones de la Dignidad” del narcodictador panameño Noriega – en la represión de las manifestaciones de la oposición. Este proceso se da conjuntamente con un evidente aumento del militarismo. Siguiendo el ejemplo cubano, el régimen se está apoyando crecientemente en un sector militar. Algunos pocos, particularmente en los altos mandos, se identifican con el obsoleto y fracasado modelo comunista, pero el resto que apoya al régimen está “comprado” a través de privilegios, prebendas y corrupción. Hace poco el Tribunal Supremo sentenció que los miembros de la Fuerza Armada pueden apoyar a un partido político y participar en sus actos violando claramente la Constitución que dice:” La Fuerza Armada constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política…está al servicio de la nación y en ningún caso de persona o parcialidad política…”. En una democracia, la Fuerza Armada no puede ser otra cosa que institucional, profesional y sobretodo apolítica, porque tiene en custodia las armas de la totalidad de la nación, constituye el brazo armado del Estado, que tiene el monopolio de la violencia legítima. Por tanto, obviamente, no debe intervenir en la lucha política, porque se convertiría en un partido armado. La intención evidente del régimen es convertir a la Fuerza Armada en su Guardia Pretoriana. Recordemos a este respecto el desprecio que las gloriosas legiones le tenían a los pretorianos en el Imperio romano. Es el desprecio que los militares profesionales eficientes y apolíticos, respetados y amados por sus pueblos, les tienen a los militares politizados, generalmente degenerados y corruptos, que desgraciadamente abundan en los países subdesarrollados. La atención de la comunidad internacional democrática es necesaria. “Vigilia pretium libertatis”
Ciertamente, todo lo plantado por el autor no son sino toda una cadena de consecuencias que se desprenden desde los orígenes del PSUV hasta el momento presente, pasando por sus dos etapas : el antes y el después del ex presidente Chávez. Y es que no debemos olvidar , que el fallecido presidente llega al poder con un discurso absolutamente diferente al que practicó al poco tiempo de haber llegado al poder. La estrategia le funcionó porque el ardid de la mentira y el engaño, fueron manejados con la astucia propia del que hace de la traición su forma de vida. Lo que vino después lo delató y puso en evidencia los verdaderos propósitos que animaban la falacia de sus reales intenciones. Hasta las clases medias y sectores de la burguesía criolla, amen de los sectores populares confiaron y creyeron. Hoy, la realidad nos esta diciendo que todos nos equivocamos y estamos pagando las consecuencias de tamaño error.
En la segunda etapa – ya sin el ex Caudillo -, y coincidiendo con el fin de la bonanza petrolera en el país, la posibilidad de mantener el »modelo» se hizo imposible y afloraron la contradicciones y luchas entre los presuntos herederos que en modo alguno tenían ese liderazgo carismático tan necesario para mantener la cohesión y la unidad interna del proyecto inicial. Se inicia así el desmoronamiento del Estado – gobierno de una manera ostensible y que es la fase del proceso que estamos viviendo en estos momentos.
Quizás, la expresión de lo que acontezca de aquí en adelante dependerá de lo que suceda al momento y al luego de celebrado el III Congreso del PSUV. La división ideológico – política es un hecho y es que, pese al intentar tender puentes aceitados para reconciliar posiciones, lo cierto es que la fractura está ahí y lo que queda por ver son las consecuencias y a quien le tocará recoger los »vidrios rotos» . El asunto se complica mas de lo que parece, pues una decisión sin precedentes del TSJ , ha »transmutado» a las FANB – de hecho y hasta de derecho – en un »partido político», armado y con capacidad de mantener o no el presente rumbo. Y es que también, se han ascendido a 200 Generales, que sumados a los otros en los diferentes componentes, no se sabe a ciencia cierta si quedan tropas que comandar. Sin embargo, tal hecho le cubre las espaldas al gobierno, pues para poner de acuerdo a esos centenares de generales para dar un golpe de Estado es casi que una misión imposible. Por no decir que imposible.
Definido el poder castrense como el verdadero poder en Venezuela, es posible que el estamento civil tenga poco que decidir dentro de esa entelequia en la que va en vías de convertirse el PSUV, si es que ya no lo es. El hecho es que ya han comenzado las »purgas» y nadie que no tenga uniforme esta seguro de sobrevivir en esta lucha a cuchillo entre »camaradas» de la misma sangre, salvo que se pliegue a ojos cerrados ante esta nueva realidad. Bajo tales condiciones solo es cuestión de tiempo para que colapse el régimen, que está obligado a encontrar reacomodos si quiere sobrevivir ; y esto, sin contar con la reacción de las bases rojas que parecieran estar entendiendo que poco o nada tienen que buscar ni dentro ni afuera del partido. Que esa »macolla» los utilizó como material de desecho y que ahí ya no tienen que buscar. Evidentemente la oposición se pudiese beneficiar de este estado de desorden y anarquía, pero nada que no tenga el dulce aroma del populismo mas exagerado tiene posibilidades de prosperar en este momento, cuando lo que se necesita son cambios fundamentales en la orientación económica del país y en todos los ordenes de la vida ciudadana. Nadie se atreve a ponerle el »cascabel al gato»; y los que pudiesen hacerlo, prefieren desde los cuarteles ver el como y de que manera se resuelve el insuperable e inevitable conflicto ; total, ellos están en la posición mas ventajosa y menos vulnerable. Tienen todas las de ganar.
Con la presencia en Venezuela de »El Carpintero» – en Cuba hace décadas lo llamaban »Vinagreta» – , no pareciera detenerse el proyecto socialista (comunista ) ; todo lo contrario, viene a por todas y con luz verde para hacer lo que sea menester para afincar la influencia y el poder político de Cuba sobre Venezuela. Que a la dictadura cubana no deje ni por un momento el continuar recibiendo la ayuda económica que tanto necesitan. Con el señor Ramiro Valdez – del que ya se habla poco -, parece que el papel del G2 se ha consolidado y el engranaje del aparato represor comienza a dinamizarse y a funcionar a toda marcha. Lo estamos viendo de un tiempo para acá actuando eficientemente y todo punta a que los mecanismos de control total sobre la población están funcionando »según lo previsto»
Discrepo un poco del el señor Garavini di Turno en cuanto a una »mejoría» del sector opositor al que veo bastante golpeado salvo algunas notorias excepciones en materia de liderazgos y claridad en algunos conceptos, ideas y estrategias. Nos inclinaríamos mas a pensar que es dentro de esta dinámica interna del chavismo y sus contradicciones, el que pudiesen surgir algunas potenciales salidas que solo las podremos ver y entender, luego de finalizado el III Congreso del PSUV ; no tanto, por el Congreso en si mismo, sino por todo el impacto que sobre el entorno del gobierno están teniendo las evidentes muestras de descontento y disconformidad cara al interior del partido y fuera de el. Quizás, sean las bases rojas quienes tengan la última palabra. Amanecerá y veremos.
Comparto la totalidad de este valioso enfoque. Da profunda vergüenza ajena, comprobar que estos demagogos y corruptos ya tienen a Venezuela compitiendo con el Panamá de Nigeria, el Haití de Duvalier y el Zimbawe de Mugabe.