Imperialismos malos e imperialismos buenos
La penetración del régimen de Castro no sólo como modelo de desarrollo sino como presencia de cuadros cubanos concretos, que pudieran sumar mucho más de 50.000 militantes de la isla, es un hecho incontrovertible.
Fidel ha montado un mecanismo de exportación de su revolución con base al negocio de explotación de “sus” cuadros profesionales y técnicos, debidamente examinados políticamente.
Mucho se habla del imperialismo norteamericano, pero poco se ha dicho de las decenas de miles de cubanos regados por Venezuela, haciendo y decidiendo en todo tipo de áreas. No hay duda que el sueño que Fidel no pudo concretar en 1966 y que terminó con la expulsión de Cuba del sistema interamericano, con base a las acusaciones que hizo Venezuela por el desembarco de personal y armas, se ha logrado y con creses.
Independientemente de los rumores-bien fundados- de la presencia cubana en lo militar y en la seguridad del estado, no deja de sorprendernos que cada día se anuncie la presencia del gobierno cubano en las más diversas áreas del acontecer nacional. Los encontramos desde los centrales azucareros hasta en la industria mineral y de hidrocarburos, por ejemplo en PDVSA; también en la cedulación y en los registros y notarías; por supuesto en la salud y en los deportes; en las importaciones y en el transporte internacional; en la formación y entrenamiento de cuadros políticos y en las artes; en las ciencias e incluso en el mundo de las creencias- la santería; así como en nuestra política internacional pues hemos copiado sus lineamientos y optado por su amigos, cerrando filas con su cancillería.
En estos días el gobierno ha anunciado que asesorarán al Ministerio de Educación. Pero al igual que en los otros temas, ¿qué experiencia positiva tienen los cubanos? o ¿cuáles son esos logros que pueden enseñar al mundo, que debemos copiar?, ¿cuántas patentes o premios internacionales avalan esa sabiduría?,en fin, ¿que ha permitido que Cuba se transforme en el onfalo intelectual y la Habana en la ciudad luz, para los bolivarianos?.Fuera de la política y los negociados a su favor, no hay ninguna razón.
Los académicos se negarán a usar las definiciones de imperialismo o colonialismo para describir esta apabullante presencia cubana en el país, pero indudablemente, su estadía en Venezuela tiene un carácter de penetración permitida con fines de control político y extracción de beneficios económicos, que se asemeja mucho a estos mecanismos de dominación tan odiados por los que ahora detentan el poder.