Cómo responder ante estas violaciones
¿Es o no esto comunismo? Si no cree que sea, ¿entonces qué es?
¿Habrá que realizar algunos estudios especiales y profundos para poder leer, o interpretar, la Constitucional Nacional? Esto lo planteamos por la decisión que le ordenaron tomar a la Asamblea Nacional, y que ya tomó, para reformar la, ahora, mal llamada Ley de Descentralización en el sentido de pasarle el control de puertos y aeropuertos del país al Ejecutivo Nacional. Y es que si cualquier persona lee, con detenimiento y en sano juicio (sin litio de por medio), el artículo 164, Capítulo III, del Poder Público Estadal, de la constitución vigente, la de 1999, que reza textualmente: “Es de competencia exclusiva de los Estados:” y en el numeral 10 del mismo artículo establece: “La conservación, administración y aprovechamiento de carreteras y autopistas nacionales, así como de puertos y aeropuertos de uso comercial, en coordinación con el Ejecutivo Nacional…” (Negritas y subrayados nuestro), no le cabe la menor duda de que la AN violó, trasgredió, flagrantemente la Constitución. Así que, al menos desde el punto de vista de la ingeniería jurídica, eso esta perfectamente claro. Entiendo, y supongo que todo aquel que haya aprendido a leer correctamente el castellano (excepción hecha de los misioneros robinsonianos), que la competencia de la conservación (es decir el mantenimiento), la administración (es decir la designación del personal), y el aprovechamiento (es decir los beneficios), de los PUERTOS y AEROPUERTOS es EXCLUSIVA DE LOS ESTADOS (no del Estado). Y, lógicamente, de acuerdo con el principio de la colaboración de los poderes, debe existir una coordinación (no dice subordinación) con el Ejecutivo Nacional, es decir con el gobierno central, o sea con Miraflores, valga decir con el teniente coronel felón. Agreguemos la lectura del artículo 4 (ejusdem) “La República Bolivariana de Venezuela es un Estado federal descentralizado….”.
Pues bien, como ya es público y notorio este gobierno, una vez más, se ha pasado por el bolsillo de atrás (tc dixit) el texto fundamental que rige la nación. Ya lo hizo con lo de la enmienda, por citar la última de sus violaciones. La bicha se ha convertido en un documento inútil, algo así como un papel higiénico usado. Hemos oído a algunos y que constitucionalistas (sobre todo uno de los hermanos gordos) y a los propios agraviados de rojo justificar elocuentemente la medida. Y hemos visto a integrantes de nuestra otrora gloriosa fuerza armada tomar por asalto, al mejor estilo de la películas holiwudenses, puertos y aeropuertos de Carabobo y Zulia, ante la mirada impotente de las autoridades regionales, gobernadores, alcaldes y legisladores, legitima y democráticamente elegidos. Claro que ha habido declaraciones de prensa, radio y TV de esos funcionarios al igual que de los dirigentes políticos de los partidos de la oposición y de todos los demás sectores de la vida nacional no asalariados de la revolución comunista. Pero ante esto el régimen, y en especial el jefe supremo, solo han redoblado las amenazas, se burla, reta. “Si se oponen me los meten presos”. “Y vienen más transferencias de competencias al gobierno central”. “Nada pueden manejar esos fascistas, burgueses, pitiyanquis, enemigos de la patria”. Todo el poder para el soviet, perdón para el teniente coronel, ahora más felón que antes. ¿Cómo le quedó el ojo a Zamora? ¿Y qué hacer ante esto?
La propia Constitución señala algunas vías. El artículo 25 señala que “Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los funcionarios públicos y funcionarias públicos que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirvan de escusa órdenes superiores” El artículo 350: “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos” . Y el artículo 333: “Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella. En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia”. (Negritas nuestras)
Así que estimados gobernadores, alcaldes, legisladores y demás ciudadanos aun sin estar investidos de autoridad alguna, estamos obligados a tomar medidas para reestablecer el orden constitucional que ha sido violado, así nos lo ordenan los artículos 25, 333 y 350. Todos los venezolanos que en alguna medida ostentan una autoridad legítima o un liderazgo reconocido deben llamarnos a capítulo. ¿Lo harán? ¿Lo haremos? El tiempo se agota. La democracia hace aguas. Entendemos que hay miedo, que tenemos miedo, pero la mejor forma de superar el miedo es actuando. Hasta la victoria siempre: “Patria, democracia y vida”.