El incremento de los precios y la escasez que registra el mercado venezolano han llevado a las familias a reducir su demanda de alimentos, aunque se trate de rubros básicos.
La Encuesta de Seguimiento al Consumo de Alimentos elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestra que entre el segundo semestre de 2012 y el mismo período de 2013 disminuyó la ingesta de los 10 alimentos de mayor consumo diario por persona en el país.
A finales del año pasado los hogares venezolanos habían reducido «el consumo aparente diario per cápita» de harina de maíz (-16,5%), pollo (-7,4%), plátano (-7,38), arroz (-10,5%), lechosa (-4,6%), pasta (-7,7%), carne de res (-7,3%), pan de trigo (-1,8%) y papa (-2%), mientras que la ingesta de cambur se mantuvo igual.
Pero los recortes se extienden más allá de estos 10 rubros básicos, y las cifras del INE demuestran que en un año disminuyó el consumo de 55 de los 62 productos que componen la canasta alimentaria normativa.
Inflación que no se detiene
Y es que mantener los niveles de compra a la hora de hacer mercado no es fácil. Al cierre del año pasado el precio de los alimentos había registrado un incremento de 73,9% mientras que el salario mínimo solo había subido 45%.
La tendencia al alza en la inflación se mantuvo. Las cifras del Banco Central de Venezuela muestran que entre mayo de 2013 y mayo de este año, en promedio, el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas acumula un aumento de 76,2%.
A esta situación se suman las crecientes fallas de productos esenciales en el mercado, que hacen aún más complicada la compra para los venezolanos.