Mensaje a unos compatriotas chavistas

Eran cinco, me estaban esperando a la salida de Lago 90.1 FM, desde donde Lucas Martínez y yo, salimos al aire con el programa “Tal como es”; y uno de ellos me dijo de frente, “ Miguel, nosotros votamos por Chávez porque nos prometió que iba a acabar con los pobres, con la comida cara, con la delincuencia, con la dependencia del petróleo, con la burocracia, con la corrupción, con la falta de vivienda, con los niños de la calle y, ¿aja?, dime ¿Qué ha pasado?”… Vamos por parte, les dije: ¿Acabó con los pobres? Veamos, si lo relacionamos con su situación material, existen tres tipos de pobres: los desempleados, los trabajadores informales y los que ganan salario mínimo. Habría que estar en el pellejo de los desempleados que salen a buscar trabajo sin ningún resultado por lo cual muchos han tenido que caer en el alquiler de su voluntad a algunas de las misiones; o estar en la piel de los tantos buhoneros que en procura de algún ingreso tienen que hacerlo en condiciones deplorables, comiendo, durmiendo y haciendo sus necesidades fisiológicas cerca de sus kioscos o tarantines; o estar en el cuerpo de los millones de trabajadores cuyos ingresos no le son suficientes para llevar una vida digna, por lo cual tienen que mal alimentar a sus hijos y pasar por esa odisea diaria de encaramarse en los transportes públicos para dirigirse a sus trabajos, sólo así se sabría en carne propia si se acabó con los pobres…¿Acabó con la inflación? Sin ir muy atrás, en los últimos cuatro años la inflación ha sido de 15,3 %, 17,0%, 22,5%, 31,9% y se estima que este año no bajará de 35 %, potenciado por la medida del Gobierno de aumentar el IVA del 9% al 12 %, lo cual sin duda creará más inflación. Ahora bien, ¿quiénes son los beneficiarios y los perdedores de este proceso inflacionario? Para dar respuesta objetiva, agrupemos de un lado a quienes solamente compran bienes y servicios con su salario, y, del otro lado, a quienes los producen y venden. Mientras todo aumento de precios reduce el salario real del que solo compra cosas, aumentan los ingresos y, por ende, las ganancias y el nivel de vida de quienes las producen y las venden. Por estas razones se puede afirmar que cada vez que aumentan los precios de los bienes y servicios que el trabajador compra, si no hay un correspondiente aumento en la remuneración que percibe, le producirán a dicho trabajador el mismo efecto que si le rebajaran el salario; piensen ahora en los efectos materiales y psicológicos que dicha inflación tendrá en los desempleados y en los que ganan salario mínimo… ¿Acabó con la delincuencia? Revisemos los periódicos los lunes para ver la cantidad de atracos, violaciones y homicidios que suceden en Venezuela; en los últimos diez años se han registrado 80.110 homicidios en el país, lo cual representa un promedio de más de 600 personas por mes… ¿Acabó con la dependencia petrolera? Cuando el Presidente llegó al poder, de cada 100 dólares que entraban al país por exportaciones, $35 entraban por actividades no petroleras, mientras que $65 era por petróleo. En el 2008 de cada 100 dólares que nos entraron, 93 dólares correspondieron al petróleo y solamente 7 dólares por actividad no petrolera… ¿Acabó con la burocracia? Cuando llegó al poder existían 1.474.000 empleados en el sector público y 14 ministerios; hoy sobrepasan los 2.000.000 y los ministerios han aumentado a 24… Estimados compatriotas: Lo de acabar con la corrupción, el déficit de viviendas y los niños de la calle se los dejo a ustedes para que evalúen si han sido hechos o promesas incumplidas. ¡Ah, y gracias por la sintonía!