La austeridad está en los detalles
Señor Presidente, por ahí viene hablando antela actual crisis mundial de acabar con los privilegios. Agrega además que para enfrentarla y dar el ejemplo, incluirá entre sus medidas prohibirles a los funcionarios «la compra de vehículos nuevos», parar los «gastos suntuarios», «fiestas», «regalos» y» teléfonos celulares». Creerle a Ud. es tanto más riesgoso que la crisis misma. Yo no le creo un carrizo, aunque sé que eso en nada le perturba, ¡como casi siempre sale liso de sus embustes!, pero fíjese, el creer es básico para generar confianza, irremplazable en aras de materializar la indispensable rigidez, disciplina y sacrificios exigibles a los demás. En Venezuela está de huelga creerle a Ud., a su gobierno y a sus medidas. De Ud.depende revertirlo.
Las medidas son sencillísimas para que sean efectivas, pero sobre todo para que sean creíbles. Por sólo darle algunos ejemplos le sugerimos las siguientes:
¿Por que no comienza, digamos, por recortarle a Cilia su nepotismo? A sus hermanos, Presidente, la ampliación de sus haciendas; recórteles el doloso derroche financiado con el dinero público. A su señora madre, ¡qué espera!, las flotas de lujosísimos vehículos escoltándola a sus visitas al cosmetologista, al manicurista, y al ortodoncista. Y qué de las generosas remesas que da Ud. a sus hijas con dinero del fisco, pues teniendo el sueldito de paracaidista, como presume, sería imposible que pudieran viajar por el mundo y asistir a capricho a festivales de música y otros espectáculos glamorosos, comportamiento que sólo era imaginable en los hijos de los oligarcas enriquecidos a la sombra de la corrupción del bipartidismo de la IV República, contra cuyas infamias llegó Ud. al poder para liquidarlas y limpiar a la nación de inmundicias tan abominables; o, el de su hijo, exhibiéndose en una zona militar como La Orchila con sus amigotes(as) a tomar sol «del bueno» en provecho de infraestructuras de lujo y de privilegios exclusivos.
Con esas imágenes, créalo, Presidente, hace recordar el despliegue de fotografías de revistas como HOLA, mostrando las mariqueras de los gustos extravagantes y la singular manera de divertirse de la farándula y la burguesía española, esa misma que suele sentir preferencias políticas por José María Aznar, su conocido archienemigo, «visible peón del imperialismo y del capitalismo depredador», según nos echa Ud. el cuento a cada rato. ¿Por qué en vez de perseguir a opositores y actuar de revancha, no ordena a esos poderes públicos, que ya tiene bien atados con esas 4 obedientes damas, y expropia a Diosdado Cabello, otro paladín del nepotismo y los negocios sucios que debía figurar en la lista de presos de Tocuyito y no en su gabinete, para que pague sus crímenes contra el patrimonio de la nación? ¿Qué piensa hacer con los chuleteos de sus gorrones amigos foráneos? ¿Los va a seguir manteniendo, pidiendo a su vez el sacrificio de los trabajadores venezolanos y confiscando sus derechos a la contratación colectiva? Aclare bien las vainas, Presidente, se lanza Ud. sobre desconocidos riscos, y mire que de paradojas, no lleva puesto su paracaídas.