OpiniónOpinión Nacional

Dialogar lo electoral

Vicente Díaz, rector del CNE, ha llamado a esta urgencia «La Salida Concreta» -creo que contrastándola con la otra, la salida etérea (aunque ruidosa y violenta) que algunos proponen- y subraya que ella «debe ser viabilizada con un acuerdo supervisable de condiciones para la alternabilidad, una reingeniería del ecosistema electoral incluyendo garantías para el ejercicio de la política». Y sentencia en el texto que citamos: «No sólo es lograble con presión política y social, sino comenzando a recomponer en paralelo un piso de confianza entre las partes». Subrayo dos conceptos básicos: el de «acuerdo supervisable» y el de «confianza entre las partes».

Son numerosos los puntos de este acuerdo electoral que, según Díaz, el diálogo debe incluir como resultado concreto, lo que, sin duda, de por sí justificaría suficientemente el encuentro que ha tenido lugar -¡y que debe seguir teniendo lugar!- entre la oposición y el gobierno:

* Compromiso a ratificar la vía electoral en condiciones de equidad.

* Reingeniería de las garantías y la administración electorales.

* Liberación plena de los presos políticos y retorno a la patria de los exiliados.

* Suspensión de la estrategia de apabullamiento comunicacional.

* Apertura de espacios equitativos en medios y cobertura en vivo de los eventos políticos de las partes.

* Garantías de no retaliación por el accionar político.

* Suspensión del lenguaje incitador al odio cualquiera sea su origen y filiación política.

* Desmarque de salidas no constitucionales y electorales.

* Y un mecanismo consensuado de seguimiento de acuerdos entre gobierno y oposición que incluya una instancia de resolución de conflictos.

De todos ellos, voy a comentar los siguientes tres:

1. Compromiso a ratificar la vía electoral en condiciones de equidad a partir de una reingeniería de las garantías electorales: Se trata del punto crucial para garantizar el derecho constitucional de la minoría a hacer lo conducente para convertirse en mayoría, lo que es la base del principio de alternabilidad republicana. Juzgo que tal compromiso debe incluir la admisión explícita por parte de la oposición democrática de que su objetivo inmediato es ganar las elecciones parlamentarias de 2015 y no otro delirio previo como renuncias improbables, espejismos insurreccionales, o perniciosas fórmulas militares. Y sostengo que tal equidad debe incluir por parte del gobierno, como el propio Díaz señala, la «suspensión de la estrategia de apabullamiento comunicacional», lo que tal vez debería suponer la aprobación de una ley que norme (y restrinja) la publicidad oficial y abra los medios oficiales a la presencia de vocerías, noticias y mensajes de la oposición. ¿Difícil lograr tales condiciones? Posiblemente, pero son las que deben exigirse, discutirse, negociarse.

2. Suspensión del lenguaje incitador al odio cualquiera sea su origen y filiación política: Debate y diatriba, confrontación democrática de ideas, y fustigación y censura de la oposición al gobierno y viceversa, todo ello es una cosa y otra muy distante la descalificación moral, el uso con fines políticos de la inviolable privacidad personal, el insulto procaz, la mentira, y el endoso de peyorativas filiaciones políticas (derecha, fascista, comunista) en las que el adversario explícitamente no se reconoce.

3. Mecanismo consensuado de seguimiento de acuerdos entre gobierno y oposición que incluya una instancia de resolución de conflictos: Lo que luce esencial si queremos, como se dijo en un comienzo, que los compromisos sean supervisados. Aquí, la participación de terceros de buena fe, nacionales y, ¿por qué no?, internacionales, resulta determinante.

Si, como sostenemos, el diálogo de lo electoral y sus acuerdos resultantes son los que pueden al final morigerar las desigualdades de las partes frente al poder y garantizar el principio democrático de alternabilidad republicana y así abrir el camino a un eventual cambio de gobierno, todos deberíamos admitir, pero en particular los opositores, que este tema importa más, mucho más que cualquier otro. Y que, por tanto, vale la pena sentarse a discutirlo aunque algún otro (la libertad de los presos políticos, por ejemplo) no encuentre concreción inmediata. A todos (también a quienes se encuentran tras las rejas) nos interesa.

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de analitica.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, ni a su editor, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba