¿Por qué él?

No encontré respuesta a esta inquietud y mi mente derivó hacia el objeto de fondo de la cuestión. ¿Qué motivó la cadena y la acusación?

Allí si encontré al menos una respuesta: el gobierno está nervioso. La recomendación cubana de desatar contra las protestas estudiantiles una despiadada represión que tanto resultado le ha dado a Castro por más de medio siglo, no parece producir  los resultados esperados y el gobierno necesita, también recomendación cubana, ampliar el espectro de las agresiones ya no solo a los manifestantes en las calles, sino frente a toda la disidencia.

La figura más prominente de la oposición es María Corina Machado porque sus actos dentro y fuera de Venezuela han engendrado actitudes de reserva y de rechazo a la política de represión diseñada por los cubanos, pero muy especialmente en el “imperio” que discute un proyecto de ley que permite hacer la lista de quienes violan los derechos humanos y excluirlos del disfrute de las delicias del “mesmo”; y nuestros socialistas están dispuestos a insultar y a acusar al imperio de todos los males, pero quieren disfrutar de todos sus bienes, muy especialmente de su moneda: el dólar. La consecuencia es que el gobierno además de nervioso está furioso; y ahí está la respuesta a la primera pregunta que quedó sin responder. Si se trata de un ataque furioso a una mujer ¿quién mejor para hacerlo que un misógino?