Posiciones complacientes
La complacencia de los poderes e instituciones del Estado en reaccion a las instrucciones expresas y tacitas del Ejecutivo, reflejan su falta de autonomia y la constitucion de un regimen que abandono, definitivamente, el estado de derecho y el espacio democratico.
En este contexto, los bolivarianos crean formulas alejadas de las normas y de los principios juridicos para imponer un sistema que la inmensa mayoria de los venezolanos rechaza. Los poderes e instituciones publicas, al unisono, lanzan consignas, disparan acusaciones, atacan concertadamente, legislan o intentan hacer el derecho en una muesta de perversa creatividad sin precedentes.
El Ejecutivo, al son del guayuco, vergatarios y juvitas, expresion de la tecnologia mas rudimentaria, envia el mensaje a ser seguido y ejecutado por los subordinados poderes del Estado, constitutivos de un incuestionable regimen totalitario.
El otrora respetable Tribunal Supremo de Justricia, desarrollando el “pensamiento” centralizador, lanza formulas juridicas que asombran a cualquiera. En dias pasados, el tribunal afirmo mediante un boletin, ignorando la letra de la Constitucion Nacional, interpretandola a su antojo, que ninguna controversia en la que fuera parte el Estado venezolano podia ser considerada por un tribunal internacional, refiriendose indiscrimina y equivocadamente a los tribunales extranjeros (nacionales) y a los organos arbitrales (internacionales).
Confunde el TSN los tribunales extranjeros, es decir, los tribunales nacionales de otros Estados, que conforman el sistema juridico interno y que aplican exclusivamente el derecho nacional, con los organos internacionales, creados por los Estados.
El TSN, en afirmacion reciente, contariando el articulo 155 de la Constitucion Nacional y sus propias decisiones anteriores (1541-08 y 97-09), desconoce el arbitraje como un recurso valido de solucion de controversias que pueden aceptar las partes, con el pretexto de que “tal remision pondria en peligro la soberania nacional.” Se consolida, segun sus propios terminos, la inmunidad de Venezuela frente a tribunales extranjeros, lo que constituye un desatino o absurdo que debilita el estado de derecho a la vez que aleja las inversiones extranjeras, parte de la politica de destruccion del regimen chavista.
Entre disparates y absurdos viven los bolivarianos. Otras afirmaciones se ubican en este lamentable espacio que comprormete la dignidad y la confianza del pais en el ambito internacional. Asi, por ejemplo, entre otras, la afirmacion de que las personas juridicas pueden ser condenadas penalmente. Es decir, que no solo sus directivos, sino tambien sus instalaciones pueden ser detenidas y privadas de su libertad.
La interpretacion hecha por el tribunal supremo del principio penal universalmente reconocido societas delinquire non potest es abusiva y contraria a la sensatez y a las posturas adoptadas por Venezuela en negociaciones internacionales anteriores, como es el caso de la posicion asumida cuando se adopto el Estatuto de Roma de 1998, por el que se establece la Corte Penal Internacional. En esa oportunidad, Venezuela se opuso a una propuesta de Francia por la que se pretendia ampliar la responsabilidad penal internacional a las personas juridicas, en el caso de su participacion en la realizacion de los crimenes de su competencia. Nuestra posicion fue apoyada por todos los Estados y se descarto la propuesta francesa que, sin duda alguna, tergiversaba el principio y desviaba el concepto de la responbilidad penal concebido con exclusividad para los individuos..
En definitiva, los disparates chavistas no son solamente producto de la ignorancia, sino del peligroso acomodo de los poderes al ejercicio totalitario y centralizado