Opinión Nacional

Los males de los gobierno socialistas

Muchos gobiernos socialistas comienzan hablando de una democracia participativa en donde el pueblo delega la soberanía en autoridades elegidas de forma periódica mediante elecciones libres. Estas autoridades en teoría deben actuar en representación de los intereses de la ciudadanía que los elige para representarlos. En este sistema el poder legislativo, encargado de hacer o cambiar las leyes, lo ejerce una o varias asambleas o cámaras de representantes, los cuales reciben distintos nombres dependiendo de la tradición de cada país y de la cámara en que desarrollen su trabajo, ya sea el de parlamentarios o no. Los representantes normalmente están organizados en partidos políticos, y son elegidos por la ciudadanía de forma directa mediante listas abiertas o bien mediante listas cerradas preparadas por las direcciones de cada partido, en lo que se conoce como elecciones legislativas. El poder ejecutivo recae en un gobierno compuesto por una serie de ministros, cada uno de ellos encargado de una parcela de gobierno o ministerio, y es encabezado por un jefe de estado, presidente o primer ministro, dependiendo de cada país pero puede terminar esto en una tiranía en donde pueden llevar al pueblo a llenarse de odio sembrado por el gobernante que comienza conflictos entre las sociedades de ricos y pobres.

Una ideología que se puede decir o señalar de izquierda no es necesariamente socialismo. El socialismo se creó como 40 años después de que existiera la izquierda y la derecha. La izquierda nació en Francia en época de la revolución francesa, con los derechos del ciudadano, la época anterior a Napoleón, en época de Bolívar y de la independencia de Latinoamérica. Los dictadores se llaman de extrema derecha y son fascistas, una dictadura militar es la que en la realidad mal viene de esos gobiernos que quieren poner una cara de demócratas y son más imperialistas que sus gobiernos vecinos.

Se puede decir que este disfraz comienza cuando el gobierno emprende una campaña por los medios comunicación, hasta el mismo gobierno se pone a decir que son generales mediáticos que hay que derrotar, corromper, cooatar, censurar, comprar y/o perseguir hasta las últimas consecuencias y por todos los caminos porque en ellos es la única voz que tiene el opositor del tirano quien dice todas las corrupciones políticas que están dentro del mismo gobierno que es el mal uso público (gubernamental) del poder para conseguir una ventaja ilegítima, generalmente secreta y privada. El término opuesto a corrupción política es transparencia. Por esta razón se puede hablar del nivel de corrupción o transparencia de un estado.

Hasta ellos dicen en forma descaradas que todos los tipos de gobierno son susceptibles a la corrupción política. Las formas de corrupción varían, pero las más comunes son el uso ilegítimo de información privilegiada, el tráfico de influencias, el pucherazo, el patrocinio, sobornos, extorsiones, influencias, fraudes, malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadrazgo, la cooptación, el nepotismo y la impunidad. La corrupción facilita a menudo otro tipo de hechos criminales como el tráfico de drogas, lavado de dinero, y la prostitución, que no se restringe a estos crímenes organizados, y no siempre apoya o protege otros crímenes. Se puede decir que los casos de corrupción a lo largo de nuestra historia no nos son, en absoluto, desconocidos. Todo lo contrario. Lo que pretendemos aportar ahora, si se quiere, bajo un tratamiento estrictamente periodístico, es un esfuerzo de actualidad relacionado con los aspectos cruciales que nos ayuden a comprender, analizar y concluir sobre el estado actual del fenómeno de la corrupción administrativa en Venezuela.

Ellos mismo llevan al gobierno a una crisis económica en la fase más depresiva de la evolución de un proceso económico recesivo por la regaladera de real a otros país y después cuando el mundo esta en una crisis ellos mismo lo niegan como es el caso de Hugo Chávez, en donde hizo jactancia de sus fulanas revoluciones en decir que “Menos mal que llegó la Revolución a Venezuela porque, si no, nuestro país estaría hundido en la más profunda miseria y amarrado a imperio estadounidense y al Fondo Monetario Internacional (FMI)”, una revolución en la que vemos a la gente mas mendiga que nunca, un país cada día mas dependiente del petróleo, un gobierno que gasta mas que lo que hace. Después el mismo Hugo Chávez como buen autor de novela dice que está preocupado por las restricciones que deberán hacer las instituciones públicas ante los cambios presupuestarios que evalúan para el período 2009, pidiendo a los sectores del poder Ejecutivo «recortar los gastos superfluo al cual es adicta la burocracia» y ordenó un plan de «cero derroche»… cosa que es mentira para un gobernante que esta en búsqueda de hacerse el líder mundial con eso de la repartidera de real a sus amigos presidentes que cuando va a visitarlos se va el comandante Chávez con una maleta viajera llena de real a soltárselos a ellos como lo hizo en Argentina en forma publica y descarada con el caso Antonini.

Si bien sabemos que los males gobiernos se basan en que el presidente cuando llega se olvida del pueblo y se hace sordo de lo que uno le dice y hasta lo descalifica de escuálido y de tantas palabras peyorativas que lanza este gobernante al oponente creyéndose un ser el supremo que todo lo sabe el y nadie mas que él. Muy bien lo decía nuestro Simón Bolívar con estos gobernantes: «El que manda debe oír aunque sean las mas duras verdades, y después de oídas corregir los males que produzcan los errores.» Cosa que nunca van oír porque se creen ellos los súper dotados.

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