Globovisión los tiene locos
Nunca antes se vio tanta saña para cerrar un canal de televisión; cuando lo hicieron con RCTV todavía se conservaban ciertos modales democráticos, y hasta el último momento Chávez sostuvo era una medida administrativa. Se disputaba en ese tiempo “la lucha” contra una gran corporación de igual arraigo y tradición entre el publico que el oficialismo, repercutiendo su cierre como un gran error para un gobierno “democrático”. Mientras que con Globovisión se vislumbran otros sentimientos, es el desafío de Goliat contra la honda de David. Hay una desproporcionada inquina del régimen contra esta estación que los mantiene “locos” sin lograr por vías licitas y justificables su clausura. Han buscado entre los meandros para concluir en una multa multimillonaria. Es posible que la cierren, es posible que para cuando salga mi artículo ya esté cerrada. Pero será el mayor yerro obsesivo de este “proceso”.
Globovisión ha fungido como la fáctica oposición al régimen, muchas veces, la dirección política nació de sus iniciativas, de la cobertura a los eventos de la disidencia, de sus productores. En ella convergen las acusaciones de opositores y oficialistas, hubo siempre espacios para todas las corrientes políticas. Invariablemente mantienen una línea discrepante al régimen y, esto es lo que no le perdona Chávez, que muestren la cruda realidad de Venezuela, sus vilezas, la represión, ruina y su desmayo moral.
Estoy casi seguro como muchos otros venezolanos que, llegará el instante del cierre de Globovisión, no hay otra “solución” para un gobierno que no permite la disidencia, será el paso decisivo para actuar a plena impunidad, ocultándole al mundo las oquedades de la Patria. Será la consolidación del autoritarismo, impuesto mediante la intimidación, el silencio se cernirá sobre el país y pasaremos quizá al olvido. Después de este camino, vendrán las mayores conculcaciones a la libertad de expresión, se dirigirán a las individualidades, a los medios de comunicación escritos. Trataran de borrar cuanto vestigio de cultura existió. Trataran de consolidar el comunismo, seremos otro “emporio” donde sólo prevalecerá una sola voz, la del oficialismo a través de únicos voceros como en Cuba el Granma. Será Chávez el “magnífico” portavoz y ejecutor oficial, no habrá ni huequitos para sus compañeros de “revolución”, la monotemática se adueñará de nuestra información. Seremos el segundo “país libre de América”. Formaremos parte de las entrañas cubanas abiertamente. Morirá lo poco que nos queda de libertad, a lo mejor estimulando el nacimiento de una autentica disidencia que se resista a la acracia. Será como las épocas que Venezuela no quiso vivir con lóbregos pasajes en su historia, renacerán con mayor vehemencia lo que fueran episodios de los Monagas, Guzmán Blanco, Gómez, etc.
En silencio será más fácil ocultar el fracaso del régimen, los presos políticos permanecerán aún más en el olvido, las denuncias desaparecerán del ámbito televisivo. Probablemente igual será la disipación de otras formas de lucha democrática.
No habrá más entrevistas, se impondrá la autocensura hasta que logren controlar todo, destruyéndolo o arrollando con medidas “impositivas”. Ni una mosca podrá hacer ruido sin que termine presa. Venezuela callada, cuando sus bastiones de información estén cercenados, como RCTV y Globovisión.
Las caras jóvenes de la denuncia oportuna, no estarán a nuestro alcance, será un modo nuevo de prohibiciones, siendo Globovisión expresión de esta época, de nuestra juventud y de otros menos jóvenes; de allí parte su ímpetu en defensa de la emancipación. Eso se ocultará cerrando sus instalaciones y seguirán “locos” con sus consecuencias. Se dará cuenta el oficialismo que la democracia únicamente no beneficia a los escalpelos de la disidencia sino también a ellos. El silencio será para todos, no sabremos donde no llega el agua, ni donde falla la luz, ni sabremos donde están nuestros muertos ni nuestros vivos. Se habrá impuesto la mordaza y tendremos que buscar nuevas vías para nuestra información.