¡Upa, ACIL, upa!
Quisiera compartir con ustedes un recuerdo. Hace 45 años, un octubre de 1.965 llegó al Zulia un muchachito de 13 años, de rostro aindiado, medio campuroso y con el único capital que poseía, el de disponer de unos inmensos deseos de estudiar, llegar a ser un profesional y convertirse en el tiempo en un empresario. Por casualidad de la vida, por esa misma época, en ese mismo mes, y en ese mismo año, un cuatro de octubre de 1.965, un grupo de treinta y seis hombres suscribían el Acta Constitutiva de una asociación para organizarse, y para tratar los problemas que le afectaban como ciudadanos y como comerciantes. Estaba naciendo la Asociación de Comerciantes e Industriales del Municipio Lagunillas “ACIL”…
Ni remotamente. No pasaba por la mente del jovencito de entonces, que algún día iba a dirigir una de las instituciones que en el Zulia y en Venezuela goza de mayor prestigio, credibilidad y que ha sido ejemplo de lucha y de trabajo continuo. Pues si. Ese chavalito de entonces y que todavía sigue siendo medio montuno, no es otro, que éste humilde servidor…
Gracias a Dios. Doy, por la oportunidad que me dio de dirigir por cuatro años consecutivos, las riendas de ACIL. Tuve gran ayuda y solidaridad de mis compañeros de Junta Directiva: Lucas Martínez, Wilfredo Terán, Nicolás Sánchez, Franco Giampiccolo, William Siu, Corrado Gozzo, entre otros. Tuve gran apoyo y lealtad de Claritza de Orozco, Dora Álvarez, Lisolet Rincón, el señor Clemente y José Camacaro…
La hermandad cuenta. Fue muy valiosa la hermandad de mis colegas presidentes de Cámaras y Asociaciones, incluyendo al presidente de Fedecamaras Zulia, Alexis Sánchez; las confrontaciones que tuvimos, sin llegar en ningún momento a la exacerbación me ayudaron a crecer como persona y como líder gremial. También conté con el apoyo inestimable de un hermano estratégico de ACIL, como lo es, El Regional del Zulia, el diario de la Costa Oriental del Lago…
Algunos logros. Tal vez vale la pena nombrar, entre lo alcanzado, cuatro hechos: la culminación del Plan Prospectivo COL 2020; instalación del módulo policial de la Zona Industrial en un esfuerzo conjunto con Fundazil; institucionalización semanal de la columna Notiacil, y la pagina Web…
Es necesario volver a decirlo. Y no para librarme de alguna responsabilidad, que las circunstancias en que nos correspondió dirigir ACIL, fueron difíciles, tan difíciles como las que le tocó a mi sucesor, Lucas Martínez, período signado por invasiones, expropiaciones y retaliaciones. A la Junta Directiva que presidí le tocó fijar posición y lo hizo, siempre en consulta con la base. Tuvimos aciertos y seguramente también desaciertos, cometidos de buena fe. Hoy consideramos que el país requiere de un entendimiento, de un reconocimiento de las partes, del ejercicio de la pluralidad…
El gremialismo “acilista” está en la sangre. Por ello, y en la medida que sea posible, y en el sitio en que nos encontremos y sin doblegarnos en los principios, pondremos todo nuestro empeño para el logro de los objetivos superiores de ACIL, del Zulia y de nuestra querida patria Venezuela…
La historia sirve para algo. Para aprender de los éxitos y para evitar los fracasos de otros. Por ello, he querido rememorar una parte de la historia de estos cuarenta y cinco años, que nos tocó vivir en ACIL, con la finalidad de que la nueva Junta Directiva que tomará posesión el próximo 29, encabezada por Carlos Dickson, le sirva como referencia ¡Dios nos bendiga a todos los acilistas! ¡Éxito a la nueva Junta Directiva! ¡Upa, ACIL!