Un plan macabro
El oficialismo parece estar dispuesto a emplear cualquier recurso para perpetuarse el poder. Los términos de aquella máxima que inventó su líder máximo han sido invertidos. Ahora el lema es: “Fuera de la Constitución todo. Dentro de la Constitución nada”. La Carta Magna es un despojo que solo sirve para brindar una apariencia de democracia mientras sus normas y disposiciones son abusadas, violadas al gusto del régimen.
Todo el secretismo que ha rodeado la enfermedad que padece el repitiente y la vaguedad de las informaciones proporcionadas acerca de su verdadero estado de salud obedece a un plan macabro que persigue mantener la ficción de que el hombre está en condiciones de gobernar a control remoto. “Chávez será presidente más allá del 10 de enero” (Diosdado Cabello). “El presidente ya está en posesión del cargo…Cuando pueda se juramentará ya como presidente en funciones” (Nicolás Maduro).
No resulta difícil darse cuenta de que existe un plan siniestro, engendrado por elementos del alto gobierno venezolano con el asesoramiento del alto mando del régimen castro-comunista cubano, con Raúl Castro y Ramiro Valdés a la cabeza, para impedir que la ausencia del jefe de estado conduzca a la pérdida del control poder por parte del chavismo.
Ese plan ya está en marcha. De allí el empeño en justificar el hecho de que el reelecto no acudirá mañana 10 de enero a prestar el juramento de ley ante la Asamblea Nacional desconociendo el valor de la juramentación que el presidente electo debe prestar ante la Asamblea Nacional. La juramentación no es una simple formalidad como afirma la cúpula chavista. Es un requisito legal de carácter habilitante y legitimaste.
Además de lo que dispone la Constitución Nacional, la Ley de Juramento (Gaceta Oficial Nº 21.799 de fecha 30 de agosto de 1945) establece en su artículo primero que “Ningún empleado podrá entrar en ejercicio de sus funciones sin prestar antes juramento de sostener y defender la Constitución y Leyes de la República y de cumplir fiel y exactamente los deberes de su empleo”.
Cualquier funcionario, incluido un presidente electo que no presente el juramento estará usurpando la función y queda totalmente deslegitimado e inhabilitado.
Es importante que todos los venezolanos, chavistas y no chavistas, se den cuenta de que nuestra existencia como nación soberana e independiente está a punto se de ser sacrificada. Las ansias de poder de un grupo de traidores a la patria empeñado en darle continuidad a la “revolución bolivariana”, más allá de la precaria vida de su líder máximo, está conduciendo a someter a Venezuela a la condición de simple colonia de la nación caribeña.
Pareciera que la vida de la gran mayoría de los venezolanos se desenvuelve bajo el letargo, el desmayo, el aturdimiento, la insensibilidad, la parálisis, la modorra, inducidos por el vaho del encantador de serpientes que ha regido los destinos del país durante los últimos 14 años.
Aquel bravo pueblo que hace dos siglos se liberó del yugo del colonialismo, luce hoy adormecido y pareciera no importarle, la conspiración que bajo sus narices se trama en La Habana para consolidar el control político cubano sobre nuestro país. Para la nación caribeña es cuestión de vida o muerte continuar beneficiándose de las prebendas que recibe de Venezuela.
Es necesario que todos los venezolanos entendamos lo que significa ese plan en términos de traición a nuestra condición de país libre, soberano e independiente y de manipulación de nuestra Carta Magna. Es necesario también que todos los venezolanos, de todas las toldas políticas, los chavistas desencantados incluidos, unifiquemos esfuerzos para abortar ese grotesco plan y para denunciarlo urbi et orbi.
Como primera medida debe escogerse, desde ya, el candidato que se enfrentará al “ungido” y comenzar a promoverlo en todo el país, particularmente entre el sector de la población más susceptible de ser manipulado por el oficialismo. Además, se debe diseñar una estrategia efectiva para contrarrestar el ventajismo, los abusos de poder, el peculado de uso de recursos humanos, materiales y financieros del estado que con toda seguridad desplegará el oficialismo para tratar de imponer su candidato.
Si el plan chavista-castro-comunista se materializa, sálvese quien pueda porque este país se lo llevará mandinga.
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