Votar con la conciencia
Las elecciones parlamentarias del 26 de Septiembre son una gran prueba para la democracia Venezolana y sus principales actores, los venezolanos. Los votantes tendrán la oportunidad de ser ciudadanos más que un conglomerado o simplemente masa. La diferencia entre ser ciudadano y ser masa es que nuestras decisiones se basan en los dictados de nuestra conciencia y no de la atropellada campaña de distintos sectores que tratan de exaltar nuestros sentimientos y nuestras emociones dejando mínimo espacio para nuestra debida reflexión.
El votante debe saber en primer lugar por qué y para que vota. Que significa ese acto individual que no es otro que una herramienta para ejercer la democracia pero a su vez para convertirse en Juez y calificar a quienes nos representaron, evaluar a los que aspiran ser diputados y quieren representarnos en la Asamblea Nacional. Estamos eligiendo a los representantes de nuestras comunidades para que cumplan los mandatos del Artículo 187 de la Constitución Nacional en cuanto a las funciones de esa Asamblea. Todas estas fundamentales para la estabilidad y el equilibrio del estado venezolano.
Todo ciudadano tiene conciencia para saber que se hizo bien y que se hizo mal. Tiene capacidad de juzgar si sus expectativas se han cumplido y por ende su entorno económico social y político está en los niveles de sus aspiraciones. Quienes consideren que hemos tenido hombres y mujeres a la altura de nuestras necesidades y aspiraciones seguirán apoyando al “status quo”, pero quienes no estén satisfechos, quienes quieren una Asamblea distinta, más plural, más ajustada a los mandatos constitucionales aspiraran a que nuevos rostros, nuevas tendencias y que un mayor reflejo de nuestra sociedad plural estén representados.
Lo que no debemos ser en mi opinión es simples engranajes de la masa. La capacidad de asimilación del venezolano debe estar por encima de los intentos propagandísticos, la mayoría de ellos avasalladores y llenos de truculencia. El elector no actuara en las agendas futuras pero su voz será la de quienes elija en esta oportunidad
El verdadero ciudadano no solo es aquel que usa su derecho a votar, sino aquel capaz de influir directamente y con su conciencia en ese extraordinario rol de participación que permite expresarse cada tanto tiempo para calificar, como los grandes maestros, con objetividad si el país está bien enrumbado y contamos con una Asamblea digna de los nuevos tiempos. Un ciudadano debe votar con responsabilidad. Debe conocer por quién vota si después quiere exigirle a quienes lo representan. Debe evaluar los más aptos, gente proba y capaz de tomar decisiones con su conciencia y no simplemente por línea partidista. .Es tiempo de ser más responsable como electores. Para quienes aspiran a no votar y no ejercer su deber ciudadano no se entrampen, a quienes nos han defraudado no les hemos dado el derecho de coartarnos las esperanzas.