Doble verdad
En la realidad histórica no hay sistemas puros ni organización social homogénea al estilo de la prédica de Fukuyama en “El Fin de la Historia”. El Capitalismo es un sistema de acumulación, hoy a escala mundial, condicionado por los valores culturales de cada pueblo y su propia idiosincrasia. La capacidad de cada pueblo en organizarse y ser eficiente en el cumplimiento de las metas colectivas, públicas y sociales, sin sacrificar las individuales, representa el denominador común para alcanzar altos niveles de desarrollo humano y social. Todo ello bajo un ordenamiento jurídico preconcebido para ser cumplido a rajatabla por todos los sectores de una sociedad, sin distingo alguno.
Así como hay capitalismos buenos y solidarios, también los hay salvajes y opresivos. Lo mismo habría que decir, para ser justos, ante las posibilidades de una propuesta Socialista, con tinte humanitario, muy distinto a las malas experiencias que se vivieron en el siglo XX al estilo de la antigua Unión Soviética. Además, todo depende de acuerdo al prisma personal como se miren las cosas. Particularmente, y de manera totalmente inesperada, encontré en Aruba, mas formas de “socialismo” que en la propia Cuba. Me explico, el socialismo no puede ser la socialización de la miseria, sino de la prosperidad, junto con un sistema de vida virtuoso fundamentado en que el engranaje social funcione para la satisfacción de la mayoría.
La dicotomía capitalismo vs socialismo es falsa de acuerdo a nuestro criterio; de la misma forma que ideológicamente se pretende situar a una persona encasillándola a la izquierda o a la derecha. Las ideas, el pensamiento, reflejo de la realidad histórica, tienen que ser por naturaleza algo más complejo y diverso, pero sobretodo, dinámico y cambiante. Es usual, que el “Comandante”, sea asumido por sus allegados como un hombre de izquierdas por su lenguaje abiertamente “progresista” y de alto contenido social, no obstante, existen fundamentos igualmente serios para considerarlo un fascista delirante cuya única meta es la de perpetuarse en el poder de la mano de la casta militar.
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LUZ